Días para recordar a La Nueve, compañía de antifascistas españoles de la División Leclerc que liberó París de los nazis en estos días de hace 80 años. Algunos aliados de Petain quedaron allí y aquí, entonces y ahora. Veo las fotos de aquello y en mi cabeza resuena David Byrne cantando «I am a mountain like birds upon a fence». Algo parecido ha debido entonar la tropa de virus que ha atacado masivamente mi blog en días atrás (gracias por la descontaminación, David-no-Byrne) afortunadamente actualizado, sin daños, e incluso con un editor que permite añadir imágenes creadas por IA. Lo he probado en un artículo que escribí hace 17 años, donde tuve el solemne arrojo de aconsejar a Hugo Chávez que los enemigos de mis enemigos no son (necesariamente) mis amigos. Uno de los mayores encantos que tiene la eterna juventud es que sonríe sin motivo, que diría Oscar Wilde.
MI última portada de discofilm ha salido menos smithiana y más al estilo Belle & Sebastian. Washington Square y las próximas películas que tengo por ver (La habitación verde, Retrato de una dama, Suspense y Los papeles de Aspern) tienen en común que son adaptaciones de obras de Henry James, a quien le debo una «lectura adulta» de Ulises (me pasó como con Rayuela: a los 16/17 años no entendí gran cosa).