Fronterizo.

Fronterizo.

Septiembre nace nublado y con bochorno. Pongo a sonar el piano de Mompou para sentarme en el salón a repasar las carpetas del trabajo y tomar notas de lo urgente para mañana (llamadas pendientes, mensajes en fila india, primera reunión de agenda), consciente de que no es urgente ni tampoco necesario reaccionar ante todo, abarcarlo todo y no quedarse con nada, hojearlo todo y no retener nada. Esto último me lo escribe Le Monde Diplomatique, que está de oferta.

El expresidente estadounidense Donald Trump detesta los golpes de efecto que no son obra suya. Sobre todo, si le hacen perder dinero: «Nos hemos gastado cien millones de dólares para luchar contra Joe el corrupto. Y, de golpe, deciden retirarlo y poner a otro en su lugar».

Serge Hailimi, ¿Tendrá Donald Trump su revancha? Le mondiplo, 09.24.

Acompaño a mi hijo a ver el Betis en casa de Juan y Dolores. En Las Portadas permanece la costumbre de sacar las sillas al fresco en cuanto se esconde el sol de verano detrás de los tejados. Todo el mundo sabe que en Recaredo II nunca falta comida y agua fresca para los gorriones durante el día y que de noche no pasan coches y las vecinas se juntan en medio de la calle, a la altura del número 7, cada cual en el mismo sitio desde hace medio siglo, siempre con algún fichaje de más reciente temporada.

No entiendo de fútbol. Entiendo que el Betis ha jugado bien. La imagen destacada de este post es un collage de obras del escultor Isaac Cordal, que dice: “Vivimos en una sociedad llena de incertidumbre; me interesa usar la creación como estrategia de lucha para intentar comprender el mundo que hemos creado y, en lo posible, cambiarlo”. Para un día fronterizo como este también podría haber elegido la viñeta de El Roto.