Supongo que has pensado mil lunes, como yo, en lo cortos que son los fines de semana. El mío último empezó, como quien dice, el sábado a mediodía, porque hasta esa hora estuve en unas jornadas vecinales que resultaron interesantes pero intensas, casi de trabajo. Sin embargo, por la noche llegó el desquite: la fiesta aniversario de La Mujer Barbuda en la sala Obbio de Sevilla.
Con un montón de gente del mundillo indie, incluida una cuadrilla de Dos Hermanas que aportó al primer y exuberante dj de la cosa, sobraron motivos para que cualquier friki se sintiera en su salsa: camisetas de Alfredo Landa o Gracita Morales, pantalla gigante homenajeando a Divine, chapitas y peinados retro, fotos con barbitas postizas, decorados al estilo de los pubs de finales de los 70… y, sobre todo (o a pesar de todo, jaja), buena música.
Aparte del ambiente, lo mejor de la noche fue oír el hilvanado de canciones de Dindan, que subía al púlpito como si Vini Reilli se hubiera disfrazado de Nico (pronto colgaré una sesión de fotos en Imaginario y veréis a qué me estoy refiriendo) para mezclar a Astrud con Belle & Sebastian, a The Postal Service con Chico y Chica o a La Casa Azul con Magnetic Fields. Después llegaron las canciones de los ochenta, desde los adorados The Smiths y The Cure hasta Sigue Sigue Sputnik, o sea, discos que la mayoría de los y las presentes conocerían por el mismo motivo que yo conozco a los Beatles, porque la media de edad de allí no superaba los treinta ni por asomo.
En fin, que salimos de Obbio con buen sabor de boca, echando de menos a Rosa y preguntándonos si sería posible hacer algo parecido a esto en Dos Hermanas. Y digo bien, «preguntándonos», porque se quedó en eso, una pregunta sin respuesta.
Yo te doy una respuesta: NO. Y si se hiciera algo parecido, meterÃan fuego al local con todos nosotros dentro, retros, frikis, divinos e indies, allà juntitos. Una pena. Y mi sábado comenzó muuuucho antes del mediodÃa, con sesión de pelu y maquillaje a lo drac. ¡Yo pedirÃa un bis a Dindan!
por alusión.Respecto a eso de hacerlo en Dos Hermanas quisiera comentar que la primera vez que las Niñas Sodómicas pinchamos fue en Dos Hermanas, en el Latino, ni recuerdo cuando la verdad. Y la gente que vino fue casi todo o de Sevilla o amigos de aquÃ. La gente que habÃa en el bar tenÃa una mala cara que ni te cuento. Tampoco el sitio acompaña, como casi nigún sitio de aquÃ, eso si es un problema serio de este pueblo. La gente con cierta inquietud o sale poco por aquà o se va a Sevilla, y eso va a ser dificil cambiarlo. Y respecto a lo de volver a pinchar, ya tramaremos alguna fiesta sea donde sea para repetir. Le vuelto a coger gusto a eso de pinchar, y eso que faltaba mi pareja sodómica, llega a estar y ya os caeis de espaldas jeje. Besos.