Otoño laborable: Amanecer con niebla, manguita larga, aparcamientos llenos, juventud en el metro («¿Te has enterado de que…» / «Yo no me entero de nada, pero lo sé todo.»), José Luis Perales y fentanilo en la radio. El semáforo se funde en Brandemburgo y bajón de popularidad de Starmer, versión insípida de Tony Blair, destripador de Corbyn (cuando lo escribo, sigo confundiéndolo con Anton).
A las 10, la cafetería de Diputación es un paso de cebra de Shibuya. A las 12, la manguita larga es estética. Salud digital me informa que la semana pasada tuve 33h 19m de uso de pantalla; y aún así, media hora por debajo de la semana anterior. Menos mal que no tengo televisor. Entre la multitud de la vuelta a casa leo en Le Monde Diplomatique un titular del Times: «Louis Vuitton, el verdadero ganador de los Juegos Olímpicos de París». La profundidad de campo eurocentrífuga es un alud en el Mont-Blanc el 4 de agosto, que muestra a un muerto francés en TF-1 y oculta a 30 palestinos asesinados por las bombas israelíes.
Las comparaciones son odiosamente centrípetas, pero hoy Springsteen cumple 75 años y aquí seguimos, 4 décadas después I’m on fire («Sometimes it’s like someone took a knife, baby / Edgy and dull and cut a six-inch valley / Through the middle of my soul»1). En la Sevilla obrera, la protesta del viernes en Gerena aleteó en El Garrobo, donde los vecinos y vecinas son atendidos por un/a médico/a a jornada parcial, que deja la consulta en manos de un/a ATS en cuanto se le llama para taponar otra falla del sistema. La sanidad pública andaluza está herida y Moreno Bonilla le hace torniquetes con la privada.
Un vecino del Aljarafe envía este correo a Izquierda Unida, que me remiten por tratarse de nuestra provincia. Entiendo que a su remitente le viene bien un copia/pega literal:
Pasada la Romería del Rocío llegan las ferias y romerías en la comarca del Aljarafe Sevillano con sus estruendosos cohetes para no poder sus vecinos descansar ni de noche ni de día un verdadero infierno con el consentimiento de sus Ayuntamientos que nada hacen para paliar el sufrimiento de animales y no me refiero solo a las mascotas los pájaros que nos acompañan en nuestras calles están desapareciendo ( cuando hablo de pájaros me refiero a gorriones y otras aves) total una población maltratada por otra parte de la población y sus Ayuntamientos cuyo disfruta es el sufrimiento de animales y personas ancianas, niños, autismo, esquizofrenia, asperger, y en definitiva muchas personas sensibles al exceso de ruidos, creo que esto bien merece un reportaje.
- «A veces es como si alguien hubiera cogido un cuchillo, nena / Afilado y sin punta y hubiera cortado un surco de quince pulgadas / en el medio de mi alma» ↩︎