“El franquismo siempre negó la existencia de la hambruna española. Enmascaró la muerte y el hambre con la ‘Victoria’”. Así comienza Manuel S. Jardí su reseña1 de La hambruna española, de Miguel Ángel del Arco Blanco (Crítica, Barcelona, 2025). En la web de la editorial se puede leer:
«Con una economía estancada y una miseria generalizada, la dictadura culpó de ello a los desastres de la guerra, al aislamiento internacional y a la supuesta ‘pertinaz sequía’. Este libro desmonta las justificaciones del franquismo, pero además descubre uno de sus mayores secretos: en algunos de aquellos años tuvo lugar una hambruna devastadora (1939-42 y 1946) que acabó con las vidas de más de 200.000 españoles. Al igual que sucediese con otras hambrunas europeas de la época de entreguerras, la hambruna de Franco estuvo provocada por factores políticos relacionados con la economía adoptada, la cercanía al Eje en la II Guerra Mundial, la existencia de un régimen dictatorial y la corrupción generalizada».
Franco “prohibió la publicación de noticias o relatos que hablasen de cómo la gente desfallecía por las calles o en sus trabajos, ocultó las imágenes de los cuerpos famélicos, desnutridos o afectados por enfermedades. Hubo palabras que desaparecieron, colonizando y deformando así la percepción de la realidad: prohibió publicar noticias sobre banquetes, comidas o actos públicos donde el alimento estuviese presente, a pesar de que las élites del régimen vivían en una realidad paralela en la que no les faltaba de nada, mientras parte de España se moría desnutrida”.
En este domingo de romería en Dos Hermanas -además de indagar sobre un par de PNL que presentamos en el Congreso sobre cercanías a Peñaflor y Los Palacios- he aprovechado para adaptar algunos textos y fotos para el próximo número de Cuadernos de Memoria Democrática de IU Sevilla, básicamente sobre la visita reciente a Espartinas.
También para ver cine. A la deriva comienza con una canción macarra, cuya letra (traducida del cantonés) dice: «ni siquiera un incendio puede con todo el pasto. La brisa de la primavera lo hará crecer de nuevo». La actriz es Tao Zhao y protagonizó en 2011 la película española La Pequeña Venecia, dirigida por Andrea Segre. Tras más de 20 años de historia, A la deriva acaba con otra canción que empieza así: «Me mantengo de pie en mi tierra natal».





