Dice Borrell en la radio que el mundo está peor que cuando llegó al cargo de máximo representante de la política exterior europea, y dice verdad, y está bien que lo diga, con independencia de su papel en la causa; en la causa saharaui, por ejemplo. En la defensa de otras causas sí ha debido sentir frustración; hoy se celebra el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino, y mañana volveremos a manifestarnos en Sevilla.
Camisa blanca recién planchada para acompañar a nuestra ministra Sira Rego. Pero es un día brutal para la infancia; es inimaginable el dolor que se puede sentir, inabarcable, lo rompe todo, la frivolidad del Black Friday, los taurinos sin medallas del arte, el mangazo ideológico del día de la bandera andaluza y los 600 mil euros de nuestros impuestos que va a soltar la Junta en un boato de procesiones por el centro de Sevilla.
La reunión con Sira no ha sido protocolaria, sino una suerte de masterclass sobre las políticas públicas del Ministerio de Juventud e Infancia y, a este lado, del trabajo en el territorio andaluz de la Coordinadora ONGD. Siendo bien patente la falta de compromiso del gobierno de Moreno Bonilla con la cooperación al desarrollo, a nivel provincial creo que podemos ser útiles en los municipios donde gobernamos e influir en la Diputación de Sevilla, así que nos hemos intercambiado los contactos para un próximo encuentro.
De vuelta, en el tren doble del metro, recibo la comunicación del fallecimiento de nuestro querido compañero Antonio Romero. Sin duda, sus ganas de vivir, su alegría y su afán de lucha militante han servido para robarle muchos años a su enfermedad y mantenerlo activo. Descansa en paz, camarada.
El punto limpio de Dos Hermanas funciona mucho mejor desde su traslado junto al nuevo parque de bomberos. Incluso las personas que trabajan allí son más atentas y te ayudan en la separación de los cachivaches. Sin embargo, la recogida de muebles y enseres de gran volumen a domicilio es deficitaria: si llamas para que vengan, la tardanza es de más de un mes y eso provoca que la mayoría de los muebles viejos acaben amontonados junto a los contenedores de basura.