Hoy se ha conmemorado en Diputación el Día de Recuerdo y Homenaje a las Víctimas del Golpe Militar y la Dictadura. El presidente ha hecho referencia al Observatorio de la Memoria, que echa a andar en estos días, y personalmente me he acordado de la reciente presentación del trabajo de investigación Depuración y represión de los funcionarios y empleados de la Diputación de Sevilla entre 1936 y1939, dirigido por Carmen Barriga Guillén.

Según este libro, 227 funcionarios/as y empleados/as de la Diputación de Sevilla sufrieron depuración y/o cese en sus puestos de trabajo entre 1936 y 1939 por «pertenecer a los cuadros dirigentes de las organizaciones en lucha contra el Ejército de España, haber ejercido coacciones para imposibilitar el trabajo o constituir un peligro para la buena marcha de los servicios públicos, sin perjuicio de las sanciones que les correspondan conforme a los Bandos publicados por mi Autoridad».

«Mi Autoridad» es el asesino Queipo, y el «sin perjuicio de los Bandos» significa, por ejemplo, que algunos de los empleados sufrieron la peor represión: la cárcel o el fusilamiento. El administrador del Hospicio, Andrés Palatín Ustriz, cuyo nombre aparece entre los cesados, ya habia sido asesinado con anterioridad al cumplimiento de la orden de limpieza ideológica; y el del médico del sanatorio de Miraflores, José Mª Romero Martinez, que ocupó el cargo de secretario provincial de Unión Republicana, habia sido fusilado el 19 de agosto.

«Es mas conocido el caso del que fuera presidente de la Diputación de Sevilla en el momento del golpe militar, el doctor José Manuel Puelles de los Santos, fusilado el 5 de agosto por aplicación del bando de guerra de Queipo, aunque ni su nombre ni el de otros cargos políticos aparecen en estos listados que solo afectaron a los funcionarios y empleados de la institución provincial».

También yo he hecho referencia a la represión del personal de Diputación tras el golpe fascista del 36 del siglo pasado. Ha sido en mi intervención como nuevo coordinador del Observatorio Provincial de la Memoria Democrática -cuyo nombramiento oficial se me ha comunicado esta misma mañana- ante una audiencia de mujeres y hombres que me han representado bien, porque han mantenido viva la lucha por los valores de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición durante las últimas décadas y, además, han sido mis maestras y maestros memorialistas desde 2015 para acá. Por eso les he dedicado las primeras palabras de mi breve discurso, que copio/pego aquí:

Buenos días, gracias por invitarme a participar.

Permitidme que empiece con mi reconocimiento al movimiento memorialista de la provincia de Sevilla, dedicándole esta frase del filósofo británico, católico y marxista Terry Eagleton “Lo que incita a hombres y mujeres a la rebelión no es el sueño de la liberación de sus nietos sino el recuerdo de sus antepasados oprimidos”.

Hace décadas que las víctimas del franquismo iniciaron el camino de la exigencia de verdad, justicia y reparación. Gracias a esa lucha, que ha sido y es la lucha de muchas personas que hoy estáis aquí, las instituciones empezaron a plasmar en términos políticos y jurídicos esas (sus, vuestras, nuestras) demandas. Y es así que, en el momento actual, casi a un siglo del comienzo de la ignominia golpista, contamos con instrumentos legales que clausuran el silencio y el revisionismo histórico y reivindican la necesidad de memoria como derecho humano individual y colectivo, en un momento en el que no son pocos los que quieren destituir el pasado en general para destituir su pasado en particular, como dijo el poeta argentino Juan Gelman cuando le entregaron el Príncipe de Asturias en 2008.

Estamos en la antesala del Día de la Memoria de Andalucía y esta institución, la Diputación de Sevilla, también asume como propias las demandas de todas las víctimas de la dictadura. Conscientes de que, cuando decimos todas las víctimas, como tal, estamos diciendo que existe una titularidad individual del derecho a la memoria de las víctimas y sus familiares (que también son víctimas); pero también hay una titularidad colectiva del derecho a la memoria: el recuerdo de lo sucedido, el nunca más, la pedagogía que conllevan las historias de las víctimas, las razones de su victimización y la reivindicación de los valores por los que esas víctimas fueron perseguidas, represaliadas, asesinadas… eso nos pertenece a toda la sociedad y a todas las instituciones democráticas, porque fue la defensa de la democracia y la legalidad republicana la que motivó esas persecuciones y esas violaciones de derechos humanos. Por eso hablamos de Memoria Democrática.

Hace unas semanas se presentó aquí un libro sobre la represión y la depuración del personal de esta Diputación entre 1936 y 1939. Leer las primeras páginas resulta estremecedor. Por mucho que nos acostumbremos a leer sobre ello, incluso quienes no tenemos apellidos de antepasados en esas páginas, como demócratas nos obliga el deber histórico y moral de reparación y de convertir esa memoria histórica en memoria del porvenir. El Observatorio de la Memoria de esta Diputación de Sevilla, desde la modestia que pueda representar, pero desde absoluta convicción de sus objetivos, va a trabajar con los pueblos y ciudades de la provincia para que la memoria no sea solo recuerdo de hechos trágicos sin referenciarlos en el contexto que hizo posible la situación de victimización. Con especial énfasis, muy especial énfasis, en la victimización de las mujeres, porque la memoria democrática o es feminista, o no será. Cada actuación de recuperación será un acto de justicia para las víctimas y, a la vez, una contribución al estatuto colectivo de una ciudadanía forjada en la cultura de los derechos humanos. Haciendo posible que, en la provincia de Sevilla, se lleve a buen término aquello que escribió Walter Benjamin: «Es una tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que de las personas célebres. La construcción histórica se consagra a la memoria de los que no tienen nombre».

Ese es nuestro compromiso, y estamos seguros de que lo es de todas las personas que estamos aquí ahora. Entre todas y todos lo lograremos. Termino invitandoos a participar en la concentración convocada para mañana a las 11,00 h., en Plaza Nueva de Sevilla, para exigir el cumplimiento de las leyes de memoria estatal y andaluza a quienes las incumplen. Verdad, Justicia, Reparación y Garantía de no repetición, en las movilizaciones y en las instituciones. Muchas gracias.

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