2023: Cultura del azar.

Si tuviera que elegir banda sonora original para (no necesariamente pensar en the very best of…, solo) recordar 2023, tendría en mente un poco de cada: clásicos de ayer en hoy (Belle and Sebastian, Iggy Pop, Everything But The Girl, Christina Rosenvinge, Jay Jay Johanson, Blur, PJ Harvey), lo nuevo clásico (sic: Rone, Nation of Language, Tulsa), los descubrimientos (Yaeji, Avalon Emerson, Jessie Ware) y temas que no olvidaré: la nostálgica Les cents prochaines années (Albin de la Simone), la tejedora Recovered Files (Neuman), el romanticismo de Fiestas del Patrón (Eddi Circa), las preciosas Loading (James Blake), The Sea (Romy), Sirens (Devendra Banhart), el hombro del camarada de La Guerra ha Terminado (Dani Llamas, The New Raemon) y el descaro de Todos menos tú (Parquesvr, I-Ace). Todo este conglomerado de músicas del azar (no las he elegido yo: me han elegido ellas a mí) tal vez tengan una cumbre, digamos, si tuviera que escoger la más representativa (¿por qué una?): la maravillosa colección de canciones del disco de Caroline Polachek Desire, I Want To Turn Into You (título y frase con la que explota Welcome To My Island).

Dolor de muelas del corazón.

Por fin acuerdo en Sumar. Ahora toca menos Zarzamora y más Tour para las Masas, remedar al grupo favorito de IDA que tocó anoche en el Primavera Sound, donde las divinas Julia Holter y Caroline Polachek me concilian con la música moderna de los USA. Los macrofestivales (y a veces los registros de coaliciones) devienen inhumanos y ecocidas, aparte la sensación de ir corriendo como pollos sin cabezas por túneles, pasillos y escaleras de Atocha para llegar tarde a ninguna parte.

Libros, canciones, películas y política.

La revolución asturiana de 1934 llama a mi puerta. Ayer leí sobre ella en el libro de Pasionaria y hoy he conocido la novela grafica La balada del norte, de Alfonso Zapico, que acaba de publicar su cuarto (¿y último?) volumen en la editorial Astiberri, una tetralogía comparable a «un episodio nacional dibujado» de Galdós. Pero mi economía doméstica no me permite llegar tan lejos: ya voy sobrado con recoger de mi librería del pueblo (Anteo, Dos Hermanas) los encargos que hice: El porvenir de la Humanidad (Eudald Carbonell, el 21 de febrero hablé de él) y Contra la sostenibilidad (Andreu Escrivá, id. el 1 de marzo). Ambos me han comentado la foto que he subido a Instagram (Carbonell por privado: «Conciencia crítica de especie!»).