Tercer lunes del año. Cuestionemos la certeza del blue Monday del siglo XXI, pero nunca la grandeza del Blue Monday del siglo XX. Lo he visto en un muchacho peinándose en el metro, usando la ventanilla como espejo, en los vaqueros rotos de nuestra Carmen Romero, en la camarera que me ha puesto el menú del día en un bar del polígono Su Eminencia, donde el taller del coche, y rememorando con Paqui López una conversación lejana que tuve con Antonio Maíllo, poco después de operarse, cerca de su -entonces- domicilio en el Arenal sevillano. «No sé si cambiaremos el mundo», le dije, «pero de aquí saldremos con un máster en la condición humana».
Este lunes hemos echado la mañana en Diputación de Sevilla, donde la inmensa mayoría de las alcaldías de la provincia han iniciado una ofensiva institucional en defensa de la sanidad pública andaluza y contra los recortes y privatizaciones del gobierno andaluz, agravadas en extremo durante la pandemia. La iniciativa viene a sumar con la lucha de plataformas ciudadanas locales, comarcales y provinciales, de la Marea Blanca y de las organizaciones sindicales. En todas, como sabes, nuestra militancia, nuestros concejales y concejalas y nuestras alcaldías siempre han participado activamente. Sin duda, la vertiente institucional es esencial para lograr revertir las tremendas carencias que sufre la atención hospitalaria y los centros de salud y consultorios de nuestros pueblos y ciudades, agravadas por la nefasta gestión del gobierno de Moreno Bonilla. En esta tarea, ninguna gota colma vaso.
También he aprovechado la presencia de nuestros alcaldes y concejales de gobierno para echar un rato con Juanma Valle y José Manuel Triguero (Los Palacios), con el profe José María Calado (Espartinas) y con nuestro nuevo diputado provincial, Rafa Cobano (alcalde de Paradas).