Con la campaña electoral no me ha dado tiempo a casi nada: apenas hacer retuits, publicar historias en Instagram y replicarlas en Facebook, cuatro fotos y media y muchas, muchas horas y kilómetros de coche. Tampoco he podido actualizar este blog. Aquí dejo algunas notas, las últimas, recuperadas de las últimas páginas del último cuaderno que se me ha teminado. No valen nada: solo son testigos de lo vivido.
Nota del 13 de junio.
Que a nadie le extrañe que Manolo Escobar se ponga de moda después del mercad(e)o de fichajes electorales: «No me gusta que en los toros te pongas la minifalda» (un single de 1971 que me sé desde niño porque mis padres lo ponían en casa) convertido en leit motiv del nuevo gobierno valenciano, unas sevillanas de culto que incitan a la violencia de género (coacciones, artículo 172.2 del Código Penal), trampolín para el salto al Congreso del candidato condenado por “delito de violencia psíquica habitual y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones”.
Notas del 21 de junio.
Soraya Salas en Facebook: «Felicidades a lxs que una canción os ha hecho olvidar todas vuestras mierdas aunque sea 10 segundos». Horas y horas, le comento, y pienso «una misma canción en casete BASF, vinilo, cd y streaming».
Cada mañana a la hora del desayuno suele aparecer un vendedor de cupones que se acerca cantando «si me enamoro algún día, me desenamoraré, me desenamoraré, para tener la alegría de enamorarme otra vez».
Dicen que hoy es el día más feliz del año.
Caroline Polachek tiene la única voz que no me chirría cuando usa los efectos del autotune.
Veo La isla de Bergman, dirigida por Mía Hansen-Løve. Aparte la historia, un parque temático dedicado al cineasta sueco, más o menos comprensible hasta que llegas a… ¿realmente hay un Safari Bergman en Färo?
No lo midáis todo con la vara de Madrid.
Dice Antonio Vicente en la radio que «el Apocalipsis, si llega, será cutre; no será como lágrimas en la lluvia, no habrá un futuro distópico, sino más bien un final como el de los diálogos de las películas de Gracita Morales».
En el aparcamiento un hombre canta y silba Oh, bella ciao.
Nota del 4 de julio.
«Mis queridos amigos» -dice Aristóteles que dijo Sócrates- «los amigos no existen».
Nota del 8 de julio.
Se acabó la edad de la inocencia cuando Vox dejó de ser un diccionario, pero gracias a Pico Reja y a otros espacios de recuperación de Memoria hemos aprendido que Aranzadi no es solo una colección de tomos de jurisprudencia del Tribunal Supremo.
Nota del 9 de julio.
Con la fresca de la mañana escucho por primera vez en mi vida Le donne di Atene y pienso: «Serrat cantando en italiano», pero no, es una maravilla de Eugenio Finardi versionando Mulheras de Atenas, del brasileño Chico Buarque. Anoto la canción con un pantallazo antes de desayunar en El Moli con mi gente de la expedición al Cartuja Center.
