Sobre el Virus del Nilo Occidental.

Sobre el Virus del Nilo Occidental.

Esta semana nos hemos reunido con nuestros/as representantes municipales en los pueblos más afectados por la presencia de mosquitos con riesgo potencial de transmitir el Virus del Nilo Occidental (VNO), con la idea de realizar un balance de situación y seguimiento de una problemática que, un año más, ha sobrevenido con hermetismo y falta de planificación por parte del gobierno de la Junta de Andalucía. 

En el encuentro, los compañeros y compañeras han informado de las reuniones mantenidas sobre este tema en los meses de junio y julio, tanto con la Consejería de Salud como con Diputación de Sevilla, en las que han estado presentes miembros de gobiernos locales de IU en Los Palacios, Las Cabezas, Bollullos de la Mitación, así como del cogobierno de La Puebla del Río. 

Y las conclusiones son fáciles de entender.

En primer lugar, estamos ante una cuestión de salud pública, donde es fundamental que cuanto antes se acometan los tratamientos, mejor. Y lo cierto es que, un año más, se sigue actuando con lentitud y mal, por lo que el problema no solo no se resuelve, sino que tiende a ir creciendo por dilatación en el tiempo. No olvidemos que el VNO provocó la muerte de una mujer en Dos Hermanas el pasado 5 de julio y que ayer mismo tuvimos conocimiento de nuevas infecciones y presencia del virus en más municipios. 

En segundo lugar, parece de cajón que un problema de salud pública no es un asunto que pueda solucionar ayuntamientos que no cuentan con medios humanos ni herramientas técnicas o científicas para, por ejemplo, analizar miles de hectáreas de suelo agrícola y saber qué productos se pueden utilizar, dónde y cuándo. Los ayuntamientos pueden intervenir en cascos urbanos y ponen en marcha campañas de concienciación, pero es la Junta quien dispone de todas las capacidades para capitanear esta lucha, con medios técnicos y humanos propios y suficientes para actuar en todo el territorio.

Y en tercer lugar, resulta que las actuaciones y los mapas de diagnóstico y tratamiento que sí competen a la Consejería de Salud y Consumo no llegan a tiempo para decidir con eficacia dónde y cómo utilizar los biocidas. Por tanto, es fundamental que de cara al año que viene, y en años sucesivos, la Junta se anticipe a todas las contingencias y asuma todas las capacidades de gestión, cualquiera que sea la fórmula jurídica que se utilice para esa encomienda. Solo así se pueden planificar con eficacia los tratamientos y evitar cualquier contratiempo para la salud, tanto en lo relativo a la incidencia del VNO como a la de los efectos perniciosos de los biocidas para el medio ambiente. Por poner un ejemplo bien sencillo: el uso de adulticidas (tratamiento de insectos adultos) apenas tiene utilidad y es bastante perjudicial para la salud y los ecosistemas; sin embargo, su uso no sería necesario si se hubiera planificado convenientemente la utilización previa de larvicidas.

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