La maravillosa Cuando Antígona encontró a Benjamin, de Rafael Escudero Alday, engancha desde el inicio, donde hace referencia a tal día como hoy, hace 17 años. Comparto aquí sus tres primeros párrafos.
En su discurso de recepción del Premio Cervantes, pronunciado el 23 de abril de 2008 en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, el poeta argentino Juan Gelman reivindicó la necesidad de la memoria como instrumento de lucha contra el olvido y la impunidad de las graves violaciones de derechos humanos. El discurso se pronunció frente a un auditorio lleno de autoridades. El jefe del Estado, el presidente del Gobierno, la presidenta de la Comunidad de Madrid, el ministro de Cultura, autoridades locales, militares y también académicas, entre otras muchas, escucharon unas palabras dirigidas a reclamar verdad y justicia en el Cono Sur, sí, pero también en España.
«Ya no vivimos en la Grecia del siglo V antes de Cristo en que los ciudadanos eran obligados a olvidar por decreto», afirmó. Ni tampoco -podía leerse entre líneas- en aquella otra época mucho más reciente y lugar más cercano donde el olvido se elevó a la categoría de pacto de Estado para así clausurar toda rendición de cuentas con el pasado.
En esos momentos, la figura de Gelman representaba a todas las víctimas de las dictaduras militares que asolaron ambos lados del Atlántico durante el siglo pasado. Cualquiera de ellas podía haber ocupado el lugar del poeta y haber desgranado sus mismas palabras. Palabras como desaparición forzada, crímenes, olvido, silencio o impunidad retumbaron en esa sala repleta de autoridades. La referencia al caso español no se hizo esperar. En la parte central de su discurso en el Paraninfo, Gelman celebraba, en esos inicios del año 2008, su llegada a «una España empeñada en rescatar su memoria histórica, único camino para construir una conciencia cívica sólida que abra las puertas al futuro», vinculando así el recuerdo del pasado con la construcción del futuro y rechazando, a la vez, las tesis de quienes vilipendian el esfuerzo de memoria. «Sospecho -terminaba afirmando frente a las altas instituciones del Estado español- que no pocos de quienes preconizan la destitución del pasado en general, en realidad procuran la destitución de su pasado en particular». Somos muchas las personas que compartimos esta sospecha.