Dudas sobre la renovación del Consejo (andaluz) de la Memoria.

El miércoles 5 de marzo se publicó en el BOJA la convocatoria para la elección de las vocalías que integran el Consejo de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, en representación de las entidades memorialistas. Se trata de un órgano consultivo que se creó en 2018 mediante Decreto, compuesto por 24 personas, al que la pluralidad asociativa aporta una cuarta parte de sus miembros, elegidos según criterios como «la amplitud de su ámbito territorial de actuación y de su trayectoria acreditada en materia de recuperación de la memoria, participación de dichas entidades en proyectos y actuaciones en ese ámbito y el reconocimiento o distinciones obtenidos en su trayectoria en materia de memoria histórica y democrática».

Esas 6 vocalías del movimiento memorialista se nombrarán tras un proceso de «concurrencia competitiva» cuyo plazo de presentación de solicitudes finaliza 10 días hábiles a partir de la publicación en el BOJA.

El Consejo se definió en la etapa del cogobierno PSOE-IU en la Junta y tuvo cierta participación en la toma de decisiones de los gobiernos de Susana Díaz, pero ya se sabe lo que sucedió después con Moreno Bonilla o, mejor dicho, lo que no ha sucedido por pura inanición. Así que la pregunta es: ¿a las asociaciones les merece la pena formar parte de un órgano que lleva más años hibernando de los que estuvo en activo y cuyas 3/4 partes están en manos de la guardia pretoriana del PP?

Para debatir sobre la/s posible/s respuesta/s a esa pregunta he mantenido un encuentro on line con personas de mi organización que acumulan experiencia contrastada y absolutamente fiable. Y la conclusión es que, si bien puede suceder que nos encontremos ante un páramo envuelto en papel mojado, hay que calibrar bien otras dos certezas concluyentes: que un espacio que se abandona, por estrecho e incómodo que resulte, nunca quedará vacío; y que hay mimbres a este lado para sostener la mirada, por mucho que al otro lado describan extrañas escenas tras el falso velo conceptual de la concordia. Como lo diría Cortázar: que un puente es una persona cruzando un puente, vaya. Así que mucho ánimo burocrático y apoyo a los colectivos que soliciten su entrada en el Consejo y, por supuesto, quedamos a disposición.

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