11S después del rompeolas.

50 años ya desde que «para matar al hombre que era un pueblo / tuvieron que quedarse sin el pueblo». En la víspera escuché Santiago de Chile, original de Silvio Rodríguez, en la versión que hizo Miguel Ríos. Hacía mucho que no volvía a ella; cada 11S me suele llegar con los versos «La muerte no acaba nada» y «Los mismos en Chile que en España» que escribiera Alberti y cantaba Víctor Manuel. La oscuridad de este día es aún mayor por el terremoto en Marruecos (y su rey miserable) y el terrible accidente, tan cercano, en la avenida José Luis Prats de mi pueblo. Menos mal que nos queda el amor en los tiempos del cólera, brindar con vino del Condado por las treinta horas de rompeolas en Mazagón.

Niñas y niños a la escuela y la respuesta a la reducción de la natalidad no es una mejora en la calidad de la enseñanza pública, sino una excusa para invertir menos recursos y seguir alimentando el negocio de las concertadas. Los sindicatos denuncian las asignaturas pendientes del gobierno andaluz para este curso: ratios excesivas, falta de personal, carencias en la atención a la diversidad, bioclimatización sin acabar…

Coordinador de Izquierda Unida Sevilla.