A Rota entre algodones
Quien conoce la Nacional IV sabe que en estas fechas es f谩cil llegar a Rota: basta seguir las migas de algod贸n que van dejando los camiones en el arc茅n, desde Los Palacios hasta las alambradas de la Base Naval.
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Quien conoce la Nacional IV sabe que en estas fechas es f谩cil llegar a Rota: basta seguir las migas de algod贸n que van dejando los camiones en el arc茅n, desde Los Palacios hasta las alambradas de la Base Naval.
Nunca perdamos nuestra capacidad de asombro. Esta ma帽ana me echaba las manos a la cabeza cuando Alejandro -trabajador de la Cl铆nica Santa Isabel despedido por ejercer su derecho a la libertad sindical– me contaba su periplo desde el 25 de julio hasta ahora, la actitud de la empresa -qu茅 duro se me hace mencionar esa palabra cuando hablo de salud- y las relaciones laborales que existen en la sanidad privada (que, como concertada con la p煤blica, tambi茅n se mantienen con nuestros impuestos).
Y qu茅 duro se me hizo estar en la concentraci贸n y ver c贸mo entraba el gerente de la cl铆nica, traje y zapatos castellanos, y c贸mo sal铆a y tomaba un taxi con la arrogancia de quien sonr铆e mientras pisa una colilla. Un puesto de trabajo hoy es igual que una silla esperando ser ocupada al lado de un contenedor de basura.
Dos frases de Margallo (sic) esta ma帽ana en Radio Nacional. Una, que el ej茅rcito de infanter铆a est谩 para destruir al ej茅rcito de artiller铆a, 芦a ser posible del enemigo禄. La otra, que en la Rep煤blica Francesa se habla del presidente socialista franc茅s y no del presidente franc茅s socialista.
Aparte el mensajero, las dos son muy 煤tiles para entender de qu茅 va lo que pasa, lo podemos aplicar a lo que escuchamos, vemos y leemos. La dial茅ctica es un buen m茅todo para cuestionar eso que nos cuentan como si fuesen verdades incuestionables.
Hay colectivos (en nuestro caso asambleas) que pueden demostrar que s铆 hay respuesta a aquella pregunta de aquella canci贸n de El 脷ltimo de la Fila (驴Para qu茅 sirve una hormiga?). Son asambleas (en otros casos colectivos, plataformas, asociaciones, etc.) cuyos logros no cambian el mundo, pero s铆 mejoran, a veces mucho, a veces poco, pero nunca lo suficiente como para que sean valoradas como se merecen.
Hace unos a帽os me birlaron una tarjeta de cr茅dito. La historia es larga y algo rocambolesca, pero, para lo que importa aqu铆, decir que el defraudador fue detenido y sus pagos fraudulentos fueron devueltos por el banco sin problemas.
Sin embargo, la entidad financiera de la tarjeta de cr茅dito, aun informada de todo, me advirti贸 desde el primer d铆a que no entiende de barcos: que el titular de la tarjeta soy yo y, por tanto, yo soy quien tiene la deuda.
Como un alumno con suerte: as铆 me he sentido en la ma帽ana del s谩bado en Carmona durante la Jornada de an谩lisis, valoraci贸n y enmiendas al Proyecto de Ley de Servicios Social de Andaluc铆a. Una iniciativa de las compa帽eras Rosal铆a Mart铆n y Elena Cort茅s (mi m谩s sincera enhorabuena) en la que han participado como ponentes Reyes Casares (presidenta del Colegio de Psic贸logos por la Delegaci贸n de Sevilla), Bel茅n Navarro (trabajadora social y autora del excelente blog www.belennavarro.es), Mar铆a Dolores M谩rquez (Presidenta del Colegio de Educaci贸n Social de Andaluc铆a), Rosa Regas (CC.OO), Pepe Romero (de la federaci贸n de cooperativas FAECTA) y Manuela Fern谩ndez (experta en Participaci贸n Ciudadana).