Nunca dejar de descubrir.

«Si la especie humana quiere ir hacia el apocalipsis, estupendo. Yo no lo puedo evitar. Lo que voy a hacer es tratar de preservar las pistas que de verdad me alimentan como ser humano e intentar convencer a aquellos con los que pueda hablar de la conveniencia de hacerlo así». (Aplíquese a la vida esto de Santiago Auserón sobre la distribución digital de la música).

Mi blog va a cumplir diecisiete años en octubre. Muchas veces me he preguntado para qué seguir manteniéndolo en esta era de redes sociales. Pero siempre hay alguien que me responde en algún sitio para devolverme a los motivos de 2006 y convencerme de que mi pregunta no pasa el corte de la retórica:

«Si internet es todo basura y no tenemos otro medio más por el que comunicarnos, vamos a tratar de que cada intervención sea visualmente bonita, esté bien redactada y no sea un insulto. Hay que seguir adelante haciendo cosas interesantes, bonitas, creíbles, sinceras a gusto… Y aunque nos quieran echar del mercado, que no lo consigan».

Una semana con el fisio: conceptos nuevos (deltoide, capsulitis), el olor a vainilla en la sala, pesas de dos kilos para hacer giros y movimientos del hombro, máquinas de ondas de calor y relajantes. Me tomo disciplinadamente las sesiones y los ejercicios en casa, tres veces al día, manta eléctrica primero, cinco minutos cronometrados por movimiento, manta eléctrica al final, todo para no tener problemas si quiero poner una bombilla o colocar una caja en el altillo de un armario.

Todos mis ejercicios de recuperación de la movilidad en el hombro los hago con Nation of Language, el grupo que tocó en el Primavera Sound a la misma hora que Depeche Mode en otro escenario del mismo festival. Suenan tan ochenteros como los primeros discos de New Order, OMD y los citados de Dave Gaham y Martin Gore cuando eran cuarteto. Nunca dejar de descubrir, buscar la presencia, la necesidad del placer intelectual.

Coordinador de Izquierda Unida Sevilla.