La isla japonesa de Hokkaido fue la primera del país que sufrió el coronavirus, probablemente por un festival que se celebró el 31 de enero al que acudieron dos millones de personas, incluidos muchos turistas chinos. El estado de emergencia se declaró de inmediato y el confinamiento dio buenos resultados, como en España, así que el 18 de marzo, presionado por los empresarios, el gobernador levantó las restricciones. Tres semanas después, la incidencia del coronavirus subió un 80 por ciento. «Ahora lo lamento. No deberíamos haber levantado el estado de emergencia», dijo a ‘Time’ el presidente de la Asociación Médica de Hokkaido.
(Este párrafo es un recorte del artículo ‘El PP pasa a la fase 3: ya vale de tanta alarma y la culpa será del Gobierno’, de Íñigo Sáenz de Ugarte en eldiario.es)