En Fuentes de Andalucía, con Francisco Sierra y Juan Morillo.

Empecé a recorrer el camino de la Memoria hará unos 15 años, gracias al cronista de mi pueblo, José Sánchez Gutiérrez. Hoy me sigo considerando un aprendiz, y lo poco que sé tiene muchos nombres y lugares acreedores; pero si de estos últimos tuviera que elegir uno solo, probablemente me decidiría por un pequeño parque, antes cementerio, donde cada árbol es un homenaje a una persona luchadora por la libertad, y cuyo epicentro es un pozo invertido y abierto, al que te puedes asomar mirando hacia arriba, todo un símbolo de la vuelta a la luz.

Engracia Rivera y Francisco Sierra han recogido hoy sus credenciales en la Junta Electoral de Sevilla para inscribirse en el Congreso, como diputada y diputado de Sumar, el próximo 14 de agosto. A eso de las 9,15 de la mañana nos tomamos un café en la Hostería del Prado (donde la estación de autobuses), junto a Dani González Rojas y el maestro Juan Morillo.

Y de allí Francisco, el maestro y un servidor pusimos flecha de navegación rumbo a Fuentes de Andalucía, visita señalada en el mapa de campaña de la provincia que quedó pendiente por implosión de agendas.

Antes del encuentro con nuestro querido alcalde, Francisco Martínez, caminamos el breve trecho que va desde la Plaza de España (donde está el Castillo de Hierro) hasta el Centro de Interpretación del Barroco dedicado a los Alarifes Ruiz Florindo. Posteriormente visitamos el Silo, mirador de la Campiña y espacio cultural y juvenil que se puso en marcha en 2018, tras la rehabilitación de un antiguo silo de cereales (que el anterior gobierno municipal del PSOE estuvo apunto de derribar para construir viviendas).

Y finalmente, visita obligada al Parque Luchadores por la Memoria, rodeado de murales pintados por estudiantes de varios institutos de la provincia, con la torre homenaje a las niñas del Aguaucho en el centro. Se trata del antiguo cementerio, en donde se encuentran las fosas de la represión franquista, un lugar convertido hace unos años en lugar de memoria de los asesinados fontaniegos (y asesinadas: Fuentes es el pueblo donde más mujeres sufrieron represión en proporción al número de hombres, según el historiador José María García Márquez). A pesar de que allí triunfó el golpe del 36 de inmediato y sin necesidad de realizar ni un solo disparo, en el Registro Civil figuran 103 personas fallecidas por «la Guerra» entre el 24 de julio y el 29 de septiembre. Las cifras oficiales hablan de 116 cadáveres de víctimas del fascismo en las fosas comunes del municipio.

Cuenta Luis Gª Montero: «García Lorca escribió que el dos es uno y su sombra». Agosto viene a ser más o menos nuestra sombra de los once meses restantes; eso, si hay suerte de poder disfrutar de vacaciones, de no ser sombra alargada de ciprés durante todo el año, de vivir en Santa Clara en vez de en el Polígono Sur. Es agosto, y no abril, el mes más cruel del siglo 21.

Coordinador de Izquierda Unida Sevilla.