Imagina un club algo casposo a las tantas de la madrugada, un escenario cromado con una bola de cristales cansada de girar en el techo. Las pocas mesas ocupadas están llenas de vasos y copas vacías, las escasas personas algo pasadas de rosca y aplomadas, un par de camareros recogen el local, mirando sus relojes, esperando algo que no llega.

En esto que sale al escenario el músico vestido de blanco, dice Bonsoir y se sienta frente a un sintetizador. Su aspecto físico es algo así como el que tocaba la guitarra en ABBA, tal vez más guapo. Le da a un botón del teclado y empiezan a brotar sonidos enlatados, él pone las manos sobre las notas pero no se sabe bien qué está tocando de lo que suena, mientras canta en francés con una voz que a veces parece femenina.

La gente lo mira al principio, pero en apenas un minuto se pasa la novedad y se vuelve a la conversación inocua, o al bostezo.

Cuando acaba la primera canción, el músico dice Merci a los cuatro aplausos desmotivados y se presenta: su nombre artístico es Ricky Hollywood. Una pareja se escabulle en cuanto empieza el segundo tema.

Sé que no es así. Sé que no podía ser más apropiado. A mí me encanta.

PD: Ricky Hollywood publicó el pasado viernes ‘Le sens du sens’, que puedes escuchar en Spotify o YouTube.

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Reseña de Mauricio Valiente.

La música del azar de este 2025, que me acompaña en el día a día, en casa, en el tren o en la carretera. Cada vez que algo nuevo me gusta, lo añado. Tal vez no encuentres una lista de grandes éxitos, pero no soy yo quien decide: son ellas, las canciones, quienes me eligen a mí.

Cancionero 2025 en Spotify.

«Una vez es un accidente. Dos veces es el azar. ¿Pero tres? Es el destino». Hay películas en las que no importa entenderlas, buscarles un sentido lineal o disruptivo; solo hay que verlas, se disfrutan solo por mirarlas. Siempre hay una estación del año que para en Le Pont du Nord.

Reseña de Serge Doney en Libération.