La mujer de Tchaikovsky, Jane Birkin y Tina Modotti.

Hoy se han reunido por primera vez, en la sala Prim (no por casualidad) del Congreso de los Diputados, los compañeros y compañeras de nuestro nuevo grupo parlamentario, conformado tras las elecciones del 23J, que se denominará «Grupo Plurinacional Sumar». La web de la cámara baja ha emitido en directo la intervención de Yolanda Díaz en este encuentro que, de vez en cuando, cambiaba de plano y me permitía ver a mis flamantes Engracia Rivera, Francisco Sierra, Toni Valero… (Lo que no he encontrado, al menos por ahora, es la grabación, que me gustaría tener porque se han apuntado líneas y métodos de trabajo muy interesantes para la legislatura que comienza).

Libros, canciones, películas y política.

La revolución asturiana de 1934 llama a mi puerta. Ayer leí sobre ella en el libro de Pasionaria y hoy he conocido la novela grafica La balada del norte, de Alfonso Zapico, que acaba de publicar su cuarto (¿y último?) volumen en la editorial Astiberri, una tetralogía comparable a «un episodio nacional dibujado» de Galdós. Pero mi economía doméstica no me permite llegar tan lejos: ya voy sobrado con recoger de mi librería del pueblo (Anteo, Dos Hermanas) los encargos que hice: El porvenir de la Humanidad (Eudald Carbonell, el 21 de febrero hablé de él) y Contra la sostenibilidad (Andreu Escrivá, id. el 1 de marzo). Ambos me han comentado la foto que he subido a Instagram (Carbonell por privado: «Conciencia crítica de especie!»).