Linces y mariposas

Gas Natural exprime Doñana, pero utiliza mariposas en su logotipo. Es como McDonald’s, que ha cambiado por verde el color rojo de sus emes para resultar más naturales en su comercio de comida basura.

Es una buena idea ponerles pegatinas con el lince, como hiciera alguien en la concentración del sábado. No es que les importe, de hecho no les importa en absoluto. No es como pintarle a alguien el abrigo de visón, que se puso de moda hace unos años en Dinamarca. 

Mariposas y linces. Y más: En la plataforma Doñana Live usan el lema «Ponte flamenco con Doñana», utilizando el doble sentido de la palabra. 

Linces, mariposas y flamencos.

Quizá deberíamos llenar de animales, en pegatinas o pintados, el logo y las fachadas de los edificios de Gas Natural. Animales en vía de extinción, uno tras otro, en fila, guardando cola de despedida; no tanto para los jerifaltes del negocio de la aniquilación del planeta, sino para que los veamos el común de los mortales, para ver si así nos concienciamos de que, en algún puesto de la cadena de destrucción de las especies, tal vez no a la vista cercana pero sí lo suficientemente cerca como para no hacernos los miopes, están esa especie depredadora llamada ser humano, muriendo matando.

Hoy todos los pacientes nos hemos puesto de acuerdo para decir que nevaba. Nos colocamos todos junto a las ventanas pegando las caras contra los cristales y regocijándonos con la nieve y la describíamos y soñábamos con lo maravilloso que sería ponernos a jugar con ella. Entretanto el sol resplandecía y los médicos estaban confusos sobre nuestro acuerdo y no sabían si debían actuar como si estuvieran locos y decir que nevaba o actuar como si estuvieran locos y decir que no nevaba. Mientras tanto vimos que el personal salía al jardín y allí se ponía a dar vueltas corriendo y hacía como si todo estuviese lleno de nieve. No sé si fue nuestra agitación lo que había ayudado o si ellos estaban aprovechando la confusión general para tomarse un descanso y salir y retozar y gozar del sol. Pero ahora eso no tiene importancia. Porque la prensa llegó a nuestro lugar y fotografió al personal que corría por todas partes tirando bolas de nieve y patinaban y hacían muñecos de nieve y se revolcaban unos con otros en la nieve. En los periódicos escribían que todo el personal se había vuelto loco. Llevaban flores en el pelo y tierra y hierba por todas partes. Es una de esas cosas que ejercen presión sobre el mundo. Y uno de ellos rió directamente a la cámara de televisión y gritó Me gustaría tanto amar vuestro dolor. Aunque las cosas quizá vuelvan a la normalidad mañana no creo que ninguno de ellos lo olvide.

Eso, de Inger Cristensen

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