Los días de esta semana han pasado como temas free jazz de Hiromi: del vértigo a la paciencia, de naif a minimalista, a veces turbio y otras transparente, entre el sobresalto y la placidez, incluso tiempo para la reflexión y la armonía.
Aunque me considero ateo practicante, me simpatizan autores como Terry Eagleton, a quien he citado en alguna ocasión (hace dos años, y veo la fotografía y el texto y parecen de hace un siglo), y que me recuerda la proclama de aquel primer[…]
Una de las palabras que definen nuestro tiempo, casi a la par que ‘resiliencia’. Lo hablamos ayer Fran y yo, entre cervezas y repaso a las cosas del pueblo, a esa hora en que el sol se esconde y el aire urbano adquiere la textura[…]
Compro El país los sábados sólo por su suplemento Babelia. El resto lo leo con la nariz tapada, igual que me pasa con los noticieros y tertulias de RNE, que me impongo escuchar por ser la radio pública. La historia de El país es[…]
Ha utilizado una palabra preciosa. «Me impresiona o incluso me acojona pasar de ejército partisano a ejército regular», creo que ha dicho, y entiendo por qué. De alguna manera esa reflexión, con otras palabras, me la hago yo casi a diario; esa, y otras[…]
Dicen que el barcelonés Gunsal (su verdadero nombre de pila) decidió en 2012 dejar el trabajo que le daba de comer y renunciar a su cómoda rutina para lanzarse a lo que él mismo define como “landscape electrónica”. Las pistas de Amma se llaman[…]
El metro se convierte en un aliado. Me subo al último de la noche en el Prado, después de una jornada que comenzó analizando la campaña de Unidos Podemos Andalucía (la frase «Desde la ilusión, generar entusiasmo» escrita en mi cuaderno) y acaba[…]
Hago un repaso a la galería de mi móvil y me pregunto si soy el elefante de Saramago o su cornaca. En la novela, miles de millas de un viaje donde el paquidermo es la excusa argumental para mostrar la naturaleza humana. En[…]