Categoría: música

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Melancolía postmilenial: Laurie Anderson y Kronos Quartet

Cada cual por su lado, Kronos Quartet y Laurie Anderson llevan toda la vida demostrando que se puede ser vanguardia utilizando instrumentos tradicionales de cuerda o el más antiguo de la Historia: la voz humana. Dos vidas narradas en casi un centenar de capítulos musicales: ella, desde ‘O Superman’ (1981); ellos, con miles de conciertos durante cuarenta años. ‘Landfall’ es el cruce de ambas. Para mí son los 68 minutos más emocionantes que he escuchado en lo que llevamos de 2018.

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Canciones invernales

La música de Cigarettes After Sex es un buen ejemplo de dream pop (en su web especifican el subgénero ambient), también denominado ‘paseo en apisonadora’ por sus detractores. En este caso, medios tiempos, voz susurrante, guitarras con mucha reverberación y suaves colchones de sintetizadores.

Formada por Greg González en 2008, las  canciones de esta banda de Brooklyn se han hecho virales en las plataformas de streaming, con millones de escuchas sin videoclips ni giras promocionales. (más…)

Christina Rosenvinge: Un hombre rubio

«Un espectro recorre Un hombre rubio: es la sombra de un hombre misterioso que dialoga con sus fantasmas mientras busca el Santo Grial y pide protección a los dioses durante la travesía».

HOMBRE: del latín homo -is. Ser animado racional, varón o mujer.

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Réquiem por Fordlandia

Iba a escribir algo sobre las nuevas canciones de Christina Rosenvinge y, de repente, me entero de la muerte de Jóhann Jóhannsson. Busco información y todo lo que encuentro repite el patrón de las agencias de noticias. (más…)

2017: La música del azar

The Guardian pone a St. Vincent, Jenesaispop dice que Lorde. Además, en todas partes están The XX, Lana del Rey y Björk. Parece que la mejor música del 2017 canta en femenino. Yo añadiría a Austra (juraría que es el disco que más he escuchado este año), a Charlotte Gainsbourg y a la bilbaína Tulsa, además de la voz de Sarah Cracknell en el magnífico y costumbrista Home Counties.

En el lado masculino, a falta de mejorar el Carrie and Lowell de Sufjan Stevens, me han acompañado Jarvis Cocker (al cante) y Chilly Gonzales (al piano). En nuestro país, Joan Miquel Oliver, siempre viajando en su batiscafo balear sonoro.

La canción por la que recordar este año, si hubiera que recoger sólo una, sería, sin duda, Everything Now. Mejor colección, sin embargo, la de Grizzly Bear, que ha logrado una especie de reconciliación con Brooklyn. Temas sueltos de Christina Rosenvinge, PJ Harvey, C484 (La influencia de mi hijo) y The Kronos Quartet. Creo que Slowdive ha resucitado, que el directo de Julia Holter me ha resucitado y que Depeche Mode me ha decepcionado. No he tenido tiempo para valorar los más recientes de Fever Ray, la ya citada Björk o The Horrors, por ejemplo. Tengo que escuchar más Colors, de Beck y Sleep Well Beast de The National. Siempre tiempo para Ryuichi Sakamoto y Brian Eno, naturalmente.

https://open.spotify.com/user/1137151552/playlist/0uZAIrkEuXSoP8gF4OrpYK?si=_usJnJFVQVmve7iFn2cEBQ

En mi lista de Spotify hay algo más de 24 horas de música, en trescientos y pico temas, que me han hecho disfrutar a lo largo del año que termina. Como siempre digo, no será ni la lista mejor ni la peor, sino, simplemente, la que me ha elegido a mí, en muchos casos por flechazo directo, en otros por azar.

Aquí una selección de vídeos:

Rueda de repuesto

Mi médico es de los que ponen un papel en la puerta donde dice que la hora de la cita es orientativa, que hay que tener paciencia, que él atiende a sus pacientes el tiempo que hace falta. Nunca pone reparos en solicitar una analítica o enviarte a un/a especialista; tampoco receta lo que le ponen que recete, sino lo que tiene que recetar. Mi médico no tiene horas, ni desayuna. Es un médico de familia responsable, al que probablemente le guste su trabajo más que a la mayoría, que no trabaja por objetivos especulativos, sino por la salud de la gente.

Cuando salgo del centro de salud, con los leucocitos un poco más altos de lo que marcan los cánones, me entero de que el segundo premio de la lotería ha caído en La Paraíta, una tienda del barrio donde he pasado más de media vida. Inmediatamente le pongo cara a personas que compran el pan allí a diario; muchas son madres del cole donde está mi hijo, que salen disparadas para trabajar en el supermercado o limpiando la casa de alguien con más recursos. Me alegra pensar que algunas de esas personas, tal vez conocidas (ya me enteraré, supongo), se hayan llevado algún pellizco de la suerte para tapar las grietas o tal vez para comer y pagar la hipoteca. Gente humilde que fue la primera en sufrir la crisis y será la última en abandonarla.

Parece que el voto de lo que antes era el cinturón rojo de Barcelona se ha decantado por Ciutadans. Que el PP sea un altra empresa que marxa de Catalunya, esa coña que circula hoy por los grupos de whatsapp, no es mérito de Arrimadas y Rivera, sino demérito ajeno. Hay quien se queja de mi médico porque te atiende más tarde de la hora que te han dado. Nuestro objetivo, como zoón politikón, es hacer entender que el problema no es la tardanza de mi médico, sino quienes tienen la responsabilidad de que haya más médicos y mejor sanidad pública para que las citas de atención primaria no se den cada cuatro miserables minutos. Lo otro, como lo de Arrimadas y Rivera, no es más que poner la rueda de repuesto al PP, el cuñado que presume de que en la privada te atienden mejor.

Una de las mejores canciones de este año se titula, más o menos, «Te quiero más de lo que tú te quieres a ti misma». Su autora, Austra, dice: “No aceptes nada de lo que te han dicho que es la manera apropiada de vivir». Pues eso.