A las rejas de la cárcel

Cada vez que escucho una canción que me gusta, rastreo por internet sobre ella, busco si tiene algún vídeo, indago sobre quien/es la han compuesto (si es/son desconocidos/as para mí) y veo si forma parte de alguna colección, álbum... Luego, si pasa el filtro de interés, la guardo en una lista de Spotify que he llamado Cajón Desastre. Esta semana he encontrado unas cuantas. Aquí dejo algunas de ellas: recién llegadas de Asturias, Islandia, Chile y Bélgica.

Rebobinando 3.000 veces: dentro de un año jugaremos al golf

Sometimes I open the windows and listen people walking in the down streets.
There is a life out there. 

Tal día como hoy, hace 12 años, escribí esto:

«Si se cumplen las previsiones hechas por nuestro ayuntamiento, a finales del año que viene habrá unas 4.500 personas que diariamente visitarán el campo de golf que se está construyendo junto al hipódromo».

Mis 40 parámetros

«Taking me where I want to be»

Me llaman de Canal Sur para preguntarme si conozco a Francisco Tejado «de la Red de Activistas de IU Sevilla». Hablo por teléfono junto a la ventana; abajo en la plaza del Arenal, al otro lado del paso de cebra, un hombre y una mujer gritan a alguien que se escapa de mi visión; el mayor insulto, el más repetido, hasta la saciedad, es «maricón», se conoce que debe ser el más incisivo en las tripas del receptor; lo dicen y se ponen tiesos como los banderilleros, pero la provocación no surte efecto y acaban entrando en el bar de la esquina.

Me sigue Antonio Luque

De Sr. Chinarro no sólo me gustan sus canciones: también me gusta lo que escribe Antonio Luque en su blog, suelo leer/ver sus entrevistas en medios digitales y escritos y, de vez en cuando, reviso si hay alguna grabación suya en youtube. En sus conciertos intento escuchar atentamente lo que dice entre canción y canción. La última vez fue en la sala Obbio, hace poco, y fue una pesadez: la gente que tenía a mi alrededor no paraba de charlar y no me enteraba de nada.