Cuaderno de agosto (11).

Justo un año que almorcé con verduras del huerto comunitario que cuida el maestro Juan Morillo en el Cerro. Es mi efeméride particular, que guardo en mi archivo junto a muchas más de la última década, casi todas con mi hijo como guest star. Izquierda Unida nos recuerda esta otra, universal: «Hay cosas encerradas dentro de los muros que, si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo». La madrugada del 18 de agosto de 1936 el fascismo asesinaba a Federico García Lorca, pero Federico sigue vivo.

Cuaderno de agosto (9).

Mirada nocturna desde la ventana, Cañaveral de León

Debe ser por el calor o la humedad, que paternalizan los sentimientos. El ex ministro británico Gordon Brown pide para las eléctricas «gravar beneficios, congelar precios y nacionalizar si hace falta». Que un soldado de Thatcher diga estas cosas a toro pasado no es que tenga para medallas; esa magdalena de Proust no es el aroma de Heno de Pravia. De Guindos también tuvo lo suyo cuando en mayo, como vicepresidente del Banco Central Europeo, pidió «subidas de salarios para compensar la inflación» (vale: para evitar el riesgo de impago de hipotecas) y alertó que «solo el 12% de las medidas fiscales adoptadas para amortiguar los incrementos de los precios de la energía en 2022 están destinadas a las familias más pobres. Y apenas un 1% contribuyen a la transición verde. Mientras que un 54% fomentan el consumo de combustibles fósiles».

Cuaderno de agosto (6).

Deo gratia el doodle de Google me ha dado a conocer a Luisa de Medrano, que nació tal día como hoy hace 538 años.

Durante estos días de vacaciones en casa, la apacible rutina no ha entendido de días laborables o fines de semana, que vistos se han visto y reconocido por el termómetro de la calle, la plaza desde el balcón, el trasiego o el desierto a las horas frescas, que algunas ha habido tras las últimas puestas de sol. Levantarse sin mirar el reloj, desayunar sin mirar el teléfono móvil, arreglarte sin prisas o dejarlo para más tarde, leer lo que te apetezca en el orden que te apetezca (las noticias, el libro, tus apuntes diarios), arreglar la cocina escuchando música, ver películas después del almuerzo, escribir notas o salir a sitios sabiendo que seguramente están cerrados, caminar por las noches sin rumbo fijo pero sin perderse nunca, ducharte antes de acostarte, la ventana abierta y la cama como la dejaste al despertar.