Un título llamativo, una imagen poderosa, drones grabando desde el cielo, efectos visuales y auditivos (potente banda sonora), la pulcritud en modo efectos especiales, un comienzo provocador, una lanza atravesando el abdomen de un etíope y un final con el sociólogo de moda (que falleció poco después). Con estos aderezos, dan ganas de ver el documental, ¿verdad?
Luego, en realidad, lo que ves no me parece para tanto. Lo que deja en el aire, sí: las preguntas, las reflexiones y las sospechas que provoca, dan para una tesis doctoral. Mi camarada Ángel lo haría genial (de hecho, en su tesis cita varias veces a Bauman).