La abuela de la mesa de al lado

habla de su nieta, que se llama Alma de Luna; por lo que sea, ella la llama ‘Alma de Cántaro’. La cafetería tiene alma de festivo rancio en Sevilla (Este). Creo que fue Alfonso Guerra quien puso Alma a su hija, en homenaje a la esposa de Mahler. En la radio suena una canción del nuevo disco de Manu Chao, precursor de un mestizaje tristemente emulado por la industria de la fast food music.

Una persona a la que conozco de siempre escribe en mi muro de Facebook: «Sois unos traidores y unos vendidos»; la polarización de la clase obrera es un alma cargada de barro. También los de la extrema derecha han gritado hoy «¡Traidores!» en el Congreso. Cantaba Santiago Auserón en El hombre de papel: «Yo cambiaría mi traición por compromiso/ pero en el fondo del compromiso/ hay una traición mayor». Ojalá el rapto de Europa nos pille confesados. Trabajemos por evitarlo (el rapto), pasito a pasito.

Coordinador de Izquierda Unida Sevilla.