La abuela de la mesa de al lado

habla de su nieta, que se llama Alma de Luna; por lo que sea, ella la llama ‘Alma de Cántaro’. La cafetería tiene alma de festivo rancio en Sevilla (Este). Creo que fue Alfonso Guerra quien puso Alma a su hija, en homenaje a la esposa de Mahler. En la radio suena una canción del nuevo disco de Manu Chao, precursor de un mestizaje tristemente emulado por la industria de la fast food music.