La entrevista concluye, Javier se ha reservado para el final una broma de ingenieros, como él la llama, que me dice que quiere hacer constar para siempre: «Sabes? La tesis XI sobre Feuerbach de Marx dice que los filósofos, hasta ahora, han interpretado el mundo, y lo que hay que hacer es transformarlo. Pues mi hijo escribió debajo ‘por eso mi padre es ingeniero’. Y es verdad, porque lo que me interesa es cómo se transforma, lo otro es arqueología… a mí no me interesa la arqueología, me interesa la historia por venir. No la mía, sino la del mundo, la de la especie, la de mi gente».
Este extracto aparece en la página 189 de Dígaselo con Marx y corresponde a una entrevista que le hizo José Manuel Mariscal en Mundo Obrero.
Cuando Javier nos dejó, en febrero, le dejé este sencillo homenaje. Son las palabras que no me atreví a escribirle en el libro de condolencias del tanatorio.