Mi compañero Hamid sigue hablándonos de las próximas elecciones presidenciales en Irán. Y dice:
Recordad que en Irán las elecciones no son democráticas, porque no hay libertad de expresión, no están permitidas actividades de la oposición en todas sus variantes y conceptos, tampoco hay medios de comunicación libres y está prohibido el derecho a poderse reunir y asociarse libremente.
Los órganos del poder son varios, el más importante es la institución de “Velayat Faghih“ que quiere decir “liderazgo del líder supremo religioso“ que actualmente es Ayatollah Ali Jaménei. Eso es según la constitución. Él está por encima de todas las instituciones del estado, incluso del parlamento, del poder ejecutivo y del poder judicial. También es comandante en jefe de las fuerzas armadas. La política exterior por su importancia está bajo su control y vigilancia.
Después de él y la institución de “Velayat Faghih» se sitúa “Sepah Pasearán“, el ejército ideólogo del régimen.
En realidad estos dos poderes están tan mezclados e interrelacionados entre si, que es difícil decir cual de los dos prima sobre el otro.
Sepah Pasearán aparte de su poderío militar posee un enorme poder económico que controla hasta las exportaciones del petróleo. Tiene sus aeropuertos propios, puertos propios y no rinde cuentas a nadie.
Después se sitúa el presidente de la República.
Sin conocer esta jerarquía en la República islámica de Irán es difícil entender su política exterior y su forma de actuar.
Actualmente los reformistas se han organizado entorno del presidente y los conservadores y fundamentalistas en torno del líder supremo.
La política exterior, especialmente con Estado Unidos, también es un reflejo de la lucha interna entre estas dos facciones del poder.