He perdido la cuenta de las veces que he estado con nuestra gente de Los Palacios. Entre movilizaciones, actos electorales, asambleas, encierros, charlas y hasta eventos lúdicos (Tomate blues, imprescindible), no debe andar por debajo de la docena.
Sin embargo, esta ha sido la primera que he asistido a una reunión de trabajo (Ejecutiva Local), espacio perfecto para conocer lo que se mueve en el día a día de la gestión política y social de un gobierno municipal. Y también ha sido la primera visita «oficial» que he realizado desde la Asamblea Provincial del domingo pasado.
Hay muchos lugares que podría haber elegido para «inaugurar» mi elección como coordinador. Dos Hermanas, sin duda, porque es mi casa y es donde me crió mi familia política, ahí es nada. La Puebla de Cazalla, porque Antonio Martín Melero siempre se ha ofrecido para todo. Mairena del Alcor, como agradecimiento por haber celebrado allí la asamblea. Marinaleda, por razones obvias. Y Mairena del Aljarafe, y Sanlúcar la Mayor, y Espartinas, y Santiponce, y Pedrera, y El Viso, y… Hay tantas asambleas y personas a las que agradecer, la mayoría prácticamente desconocidas (algunas sin prácticamente) hace tan sólo dos años, que cualquiera primera visita habría tenido su correspondiente motivo.
He elegido Los Palacios por simbolismo múltiple. Conozco su lucha, lo que han sufrido, los chaparrones que han tenido que soportar (incluso denuncias judiciales a mansalva, todas ganadas), la falta de apoyo de otras instituciones, el agujero de 110 millones que les dejó el anterior gobierno «socialista», lo que siguen soportando y lo que te rondaré morena. Los Palacios es, ahora que está de moda decirlo, uno de nuestros ayuntamientos del cambio, el más grande gobernado por la izquierda en Andalucía.
He elegido Los Palacios porque Juanma, el alcalde, que acaba de cumplir 40 años, es hijo de un alcalde comunista. Como, afortunadamente, tenemos 18 alcaldías en la provincia, elegí Los Palacios como símbolo de un trabajo duro institucional, social y diferenciado de lo que hacen otros partidos cuando llegan a los gobiernos municipales. Porque IP-IU también es símbolo de una confluencia puesta en práctica cuando esa palabra no estaba en las agendas políticas. Y porque, con esta visita, también estaba simbolizando que la tozudez de Juanma y su gente dio sus frutos, porque no hace tanto que tenían 4 concejales y ahora se tiene mayoría absoluta, porque eso es un ejemplo para nuestra gente que pelea a diario muy duramente desde la oposición.
Además, me unen razones emocionales a Los Palacios. Alrededor de aquella mesa de trabajo había apellidos comunes: Lay, Valle, Begines. Casi toda mi familia materna y paterna vive allí.
Por tanto, es razonable la elección. El simbolismo tiene su simbología. Gracias por el recibimiento, del que por cierto me llevé trabajo para el próximo lunes.