La lluvia ha provocado un estallido

de verde en los campos, las medianas de las carreteras, los alcorques y las rendijas de las aceras. Hay ciudades europeas donde las malas hierbas no existen, al menos en el reino vegetal. La biodiversidad no miente como Feijóo cuando dice que su partido no miente el mismo día que Aznar rescata el 11M de ETA. Escribo todo esto a trompicones junto al Ayuntamiento de Sevilla, entre turistas y flamenquito de garrafón, mientras hago tiempo para entrar en la sala denominada de los fieles ejecutores, desde donde el alcalde republicano Horacio Hermoso Araujo defendió la democracia (y fue asesinado por ello en septiembre del 36).

20240312_175005

Le monde était si beau et nous l’avons gâché.