Como sabes, el Consejo de Ministros ha aprobado el plan de desescalada para ir regresando progresivamente a la actividad cotidiana mientras se sigue haciendo frente al COVID-19. Este plan llega después del esfuerzo de toda la ciudadanía que ha conseguido una reducción muy importante en la expansión del coronavirus.
El plan de desescalada busca combinar la seguridad sanitaria, protegiendo la salud pública y a todas las personas de nuestro país, con la recuperación de la actividad y el bienestar social. Por esta razón, se irá aplicando gradualmente (por fases) y los territorios irán avanzando de forma diferenciada según su situación y estará basado en una serie de normas generales.
El Gobierno trabajará conjuntamente con las CC.AA. y los ayuntamientos, cuyo papel es esencial por sus competencias en las materias necesarias (por ejemplo, las sanitarias) y su gestión en el territorio, para llevar a cabo el proceso de desescalada.
La unidad de medida serán las provincias e islas y, con el fin de sostener la protección de la ciudadanía, no habrá movilidad entre comunidades o provincias o islas salvo por los casos ya previstos con anterioridad (caso de trabajar en otra provincia, fallecimiento de familiar que viva en otra provincia…).
Los criterios a considerar para la evolución hacia cada fase serán públicos para que la ciudadanía pueda conocerlos y saber las razones detrás de cada diferencia de velocidades entre uno y otro territorio.
El calendario de duración de este plan no es cerrado, aunque idealmente duraría hasta finales de junio. No obstante, dependerá en todo momento de la evolución de cada uno de los territorios.
El plan de desescalada consta de cuatro fases: Fase 0 (de preparación), Fase I (inicial), Fase II (intermedia) y Fase III (avanzada). Cada una de ellas tiene una serie de disposiciones sobre las actividades permitidas en relación a diversos ámbitos: laboral, movilidad, servicios sociales, educación, comercio minorista, hostelería, etc. Las actividades permitidas van avanzando a medida que se va avanzando de fase.
La duración de cada fase será de dos semanas (en principio). No obstante, el tránsito entre una y otra fase dependerá, además del tiempo, de la evolución de la pandemia o su control en cada uno de los territorios. Por esta razón, el calendario de duración del plan no es inflexible, ni uniforme ni está cerrado.
Se avanzará de una fase a otra de forma asimétrica en los territorios. Este avance estará definido según criterios sanitarios, económicos y sociales en cada territorio.
Los criterios a seguir (que serán objetivos y públicos) cubrirá los siguientes aspectos:
- Capacidades estratégicas del sistema sanitario, tanto en atención primaria como en atención hospitalaria y el número de camas UCI en cada territorio.
- Situación epidemiológica en la zona, según el diagnóstico e identificación concreta de la pandemia.
- Datos de movilidad (transporte, movimientos, etc.).
- Indicadores sociales y económicos.
Los detalles y la información completa de cada fase están aquí.