Bárbaros de élite

Fuentes de Andalucía ya sorprende a paso ligero pero, cuando curioseas un poco, invita a detenerse en los detalles, a dejar la prisa en el desvío de entrada por la autovía. Es lo que estaba pensando por la mañana cuando la radio suelta el portazo de la inflación: la electricidad, los carburantes y las hortalizas, tres básicos del día a día, riéndose de la ridícula subida de las pensiones y de la igualmente ridícula propuesta de subida de los salarios propuesta por la patronal.

El mantra empresarial ya es conocido: si todo va sobre (sus) ruedas, hay que moderar los salarios para que la economía siga creciendo; si las cosas van mal dadas, hay que moderar los salarios para que la economía crezca. The winner takes it all, esa doctrina camarote que vale para liberales como Esperanza Aguirre y Aznar y para la que ahora llaman liberal progresista en Ciudadanos, vaya, la pólvora de toda la vida, la diferencia entre los Bárbaros de élite y los Bárbaros de toda la vida de Clash Royale.

Lo que no se dice

No sé si es políticamente correcto tener un blog y no utilizarlo como difusor de notas de prensa, megáfono de consignas o aparato de propaganda explícita, teniendo en cuenta que las cosas mediáticas andan escasas de lo que, en tiempos, denominábamos agitpro.

No sé si es políticamente sensato encabezar un post con una foto del «momento de después», justo cuando terminamos una rueda de prensa en la puerta del ayuntamiento de Santiponce para hablar de cómo una alcaldesa agota todas las recomendaciones del Manual de Malas Malísimas Prácticas Políticas, incluyendo la que podríamos denominar «Anexo del Clavo Ardiendo», una especie de último mandamiento que diría más o menos así:

Si todos los medios habidos y por haber no son suficientes para agarrarte al bastón de mando, echa mano de los tránsfugas.

Aquel Clan de la Tortilla que abandonó el marxismo y dijo adieu a Pablo Iglesias (me refiero al fundador del PSOE) se agarró al Príncipe de Maquiavelo y… perdón, me estoy enredando.

Vínculos

Ni diez días se han consumido del 2017 y ya hay un trabajador que se ha dejado la vida en el tajo. Esta vez no voy a dar cifras, ni a comparar con otras noticias que ocupan portadas. Tampoco voy a establecer analogías entre crisis, recortes y siniestralidad laboral, porque ya sabemos que sueldo, seguridad y salud son lo primero que se elimina de los costes salariales. Y soy consciente, faltaría más, de que guardar un minuto de silencio es apenas un gesto que ni soluciona, ni siquiera llama ya la atención. En la foto, que hice a las 12 del mediodía, están…

Exitus (No Plan)

Desayuno temprano (para ser domingo) mientras leo: «El buen profesor no considera al alumno como una cabeza vacía que hay que llenar, sino como un fuego que hay que encender«. A las 10 estoy en el tanatorio de Camas, acompañando a mis compañeros José María y Enrique, que despiden a su madre. Su exitus, como el de mi padre, fue fruto de los años de vida; tal vez, seguramente, en realidad, la mejor manera que existe de improvisar un adiós.

Regreso al futuro

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Quienes todavía piensan que Sarkozy dijo una boutade cuando, allá por el 2008, habló de «refundar el capitalismo», todavía no se han enterado de que aquella pretensión tiene hoy visos de premonición cumplida (o visos de cumplirse pronto).

No hace mucho que Cristóbal Montoro dijo que el fin de la crisis estaba cerca. No es de extrañar que llegue un día, tal vez entre este año que empieza, tal vez el próximo, en que le ponga fecha y hora, coincidiendo con la luz de algún dato-carnaza que le permita anunciar a los cuatro vientos: «Españoles, la crisis ha muerto».

Tal vez sean los datos del paro. Hoy, bomboplatillo: «La bajada del paro nacional marca un récord en 2016»; «Andalucía lidera la bajada del paro en diciembre»; «El paro registra en 2016 la mayor bajada de la historia». Y así.

Winter is coming

Ya lo dijo Eduardo Galeano: dejemos el pesimismo para tiempos mejores. Hoy ha llegado el invierno y, después de años mirando para otro lado ante cientos de miles de hogares vulnerables, los partidos del régimen andan trajinando para apuntarse el tanto de una solución al tema de la mal llamada pobreza energética. Y lo han hecho, como siempre, a su manera: poniendo titulares mediáticos a las personas y pomadas a las eléctricas, no sea que se paren las puertas giratorias que conectan políticos y empresas.