Miserables 

La crisis nos trae obesidad, se consumen menos productos frescos y más comida basura, barata e hipercalórica. Tenemos la tasa de obesidad infantil más alta del mundo, sesenta por ciento. 

Supongo que habrán informado de esto en los medios, que me consta habrán echado el resto con el gesto de no homenajear a Rita Barberá por parte de nuestra gente en el Congreso, a quien un vocero del régimen ha llamado ‘miserable’ en RNE. Miserables somos por defender a miserables como los de Novecento, sí, como los miserables de La madre de Gorki, también, miserables como los miserables oprimidos de Los miserables de Victor Hugo.

No todo va a ser follar

Sales de casa a las 8,35 h. silbando una canción de Javier Krahe que has escuchado la noche anterior. Camino de la escuela, tu hijo te pregunta cuál es la diferencia entre un colegio público y uno privado. Cuando se lo explicas, te dice que él, de mayor, llevará a su niño o niña al Cervantes.

La normalidad en la radio pública estatal es tal que los tertulianos y tertulianas de ABC ya son los más progresistas y argumentar no es necesario porque el Partido de los Cuñados ha implantadp el sentido común. El techo de gasto es el sentido común, es sentido común que las pensiones públicas son insostenibles y los recortes son sentido común y constitucional.

Linces y mariposas

Gas Natural exprime Doñana, pero utiliza mariposas en su logotipo. Es como McDonald’s, que ha cambiado por verde el color rojo de sus emes para resultar más naturales en su comercio de comida basura.

Es una buena idea ponerles pegatinas con el lince, como hiciera alguien en la concentración del sábado. No es que les importe, de hecho no les importa en absoluto. No es como pintarle a alguien el abrigo de visón, que se puso de moda hace unos años en Dinamarca. 

Mariposas y linces. Y más: En la plataforma Doñana Live usan el lema «Ponte flamenco con Doñana», utilizando el doble sentido de la palabra. 

Linces, mariposas y flamencos.

Como siempre sin tarjeta

De nuevo, charla sobre el TTIP con mi compañero Sebastián Mendoza, esta vez en San José de la Rinconada y con Trump emborronando los discursos de las cancillerías, que últimamente no ganarán para típex y Ctrl+Z.

La capacidad del capitalismo salvaje para metabolizar los imprevistos es tan eficaz como la de las bolsas para recoger dividendos de cualquier shock repentino. Si a este lado del río tuviéramos esa misma capacidad… pero no, al final el fascista del flequillo dorado ha venido a cambiar el pantone del paisaje otoñal, qué tiempos aquellos en que cada 9 de noviembre lo recordábamos como el día del ramito de violetas.