Diálogo de fugitivos

«Nosotros no necesitamos el apetito, tenemos el hambre». Ayer cerré un libro en la piscina municipal (‘El alma del hombre bajo el socialismo’, de Oscar Wilde) y hoy he abierto ‘Diálogo de fugitivos’, de Bertolt Brecht. La edición que tienen en la biblioteca es de 1973, es decir, una joya de bolsillo publicada en plena agonía del régimen.

A cualquiera puede sucederle

En este mundo hay a quien le gusta saber los horarios de los medios de transporte y se pasa el día comprobándolos. También hay quien hace barcos de un metro de largo encolando palillos. Por tanto, no es tan raro que haya por lo menos una persona que quiera entenderte, ¿no te parece? página 190 En Tokio Blues, la última novela que he leído, la tristeza es estéticamente bella, como las arrugas. Y la muerte no es nada más que una parte de la vida, donde los que se van permanecen eternamente con la misma edad, donde los que se…