Alcalá de Guadaíra, Sanlúcar la Mayor, Gambogaz para el Pueblo.

Hoy hemos conocido el trabajo que se está realizando en una de las fosas comunes del cementerio de Alcalá de Guadaíra, donde han encontrado los restos de 15 represaliados por el fascismo en 1936. En la visita guiada que hemos realizado (los compañeros Miguel Guerrero, Juan Morillo y Manolo Velasco, además de Nina Gordillo y yo), organizada por Rubén, Nadia y Miguel, de nuestro grupo municipal, nos mostraron la labor meticulosa de una arqueóloga a la hora de tratar, analizar y catalogar cada muestra ósea de un varón de 29 años asesinado de un tiro en la nuca (aún la pulcritud del orificio de entrada en el parietal, las fisuras en el orificio de salida por el lado opuesto), de quien ya estaba preparada la pieza más apropiada para realizar la prueba de ADN… la ciencia al servicio de la memoria, la memoria como enseñanza del porvenir.

También, en el mismo recorrido, nos mostraron la fosa de la que había sido exhumados los restos de esos 15 republicanos, todos hombres, amontonados en un hueco libre de entre un total de ochenta y tantos muertos por diferentes causas en aquella época (indigentes, sobre todo). Y, según nos informaron, hay constancia de la existencia de más represaliados enterrados en fosas cercanas, a escasos metros de aquella, probablemente donde celebramos el 14 de abril hace casi un año.

De allí, justo llegamos a las 12 a la concentración ante las puertas del Ayuntamiento, convocada por la Federación Española de Municipios y Provincias en todo el país para condenar la invasión de Ucrania. Desde nuestra visión, distinta a la de otras fuerzas políticas, allí estuvimos también para decir No A la Guerra.

Por la tarde, tras un encuentro por videoconferencia con nuestro portavoz en Sanlúcar la Mayor, Vicente Terenti, y el compañero letrado Paco Tejado, asistí a un nuevo encuentro de la plataforma Gambogaz para el Pueblo, donde volví a encontrarme con Juan Morillo y Miguel Guerrero y a reencontrarme con Boni Cañibano, quien nos puso al tanto de la investigación que lleva meses realizando sobre el cortijo y que nos conduce a una conclusión demoledora: la operación que puso en marcha el fascista Queipo para quedarse con Gambogaz no es otra cosa que la punta del iceberg del expolio franquista. Esto significa que la narración conocida y publicada sobre el tema hasta hace dos o tres años, y por la que se creó esta plataforma, en absoluto se asemeja a la verdad. No hubo una encuestación de trabajadores del ayuntamiento y de la diputación de Sevilla de un día de salario para comprar el cortijo y regalárselo a Queipo por haber liberado al pueblo de las hordas marxistas. La verdadera historia es muy otra, y se dará a conocer (según se ha acordado en la reunión de hoy) el martes 17 de mayo en una rueda de prensa.