Este miércoles hemos acompañado un rato al colectivo de docentes interinos/as de los conservatorios andaluces, que se han encerrado en la Delegación Territorial de Sevilla de la Consejería de Educación.
Allí nos hemos plantado Fran Martínez, Ismael Sánchez y un servidor, que hemos podido disfrutar, una vez más, de una protesta artística: no se podrán quejar los trabajadores y trabajadoras de allí de la calidad con que se hacen proclamas como «Docente, luchando, también está enseñando» o el ya casi un oldie «Adelaida dimisión», esta vez a capella.