Hasta que llegue la Tercera.

Hoy han vuelto a ondear las banderas republicanas en Palomares, en Aznalcóllar, a lo largo del Paseo Colón de Sevilla y en el puente de Triana, que cada año nos deja preciosas fotos tomadas desde el Muelle de la Sal, muy cerca del Monumento a la Tolerancia. Gracias a la Plataforma Sevilla por la República por la organización de los actos de abril republicano celebrados en estos días; un ejemplo de espacio unitario para un objetivo común.

Día de la República: Que no nos arrebaten la patria.

Celebro el Día de la República porque no permito que me arrebaten mi patria, porque no hay relato más vacío y zafio que aquel que reniega de Emilia Pardo Bazán, de Mercè Rodareda, de Gabriel Celaya. Porque una patria es más grande y más libre si plural, diversa y mestiza, la de la infancia en un patio de Sevilla y el adiós en Collioure. Es cierto que mi bandera solo es de un color, pero este 14 de abril rojo, trigo y violeta, me niego a que me arrebaten nuestra patria entera, la España de trabajadores y trabajadoras de toda clase, de Libertad y de Justicia, la España del Pueblo.

Pilas: Iniciativas parlamentarias para mejorar el transporte público, arreglar la A-474 y poner fin a los recortes en el servicio de pediatría.

Jueves por la tarde en el Parlamento de Andalucía con nuestro portavoz municipal y candidato a la alcaldía de Pilas, Juan Antonio Garrido, y las compañeras Gloria Martínez y Álex Gil, para trasladar a Inma Nieto una batería de iniciativas que mejoran la vida de los pileños y las pileñas como, por ejemplo, incrementar la frecuencia del servicio de autobuses del Consorcio de Transportes, solucionar el deficiente estado de la carretera A-474, o recuperar el cupo de pediatras en el consultorio, donde actualmente hay más de 2.100 menores de 14 años que, según la Asociación Andaluza de Pediatría de Atención…

Todo es posible en domingo.

Anoche me acosté fascinado tras escuchar partes de la décima sinfonía de Beethoven (sic) en una versión reconstruida por el musicólogo Barry Cooper a partir de bocetos y notas que dejó el compositor. No es 100% Beethoven y solo es un movimiento, pero emociona (no conozco la completada, más recientemente, con inteligencia artificial) y me sirve para borrar los nubarrones que dejan la cronología de Twitter o los últimos trolls de Facebook. Cuestión de equilibrios para no desgastar la mucha o poca riqueza mental que te queda.