Hay veces en que un huevo
es igual a una castaña y/o los obstáculos son el camino; que, como dice Ismael Sánchez, el mérito es seguir vivo (versión punk de la maravillosa Lo raro es vivir de Martín Gaite). En la radio entrevistan a Jordi Sevilla. Sus reflexiones sobre la partitocracia son interesantes, aunque están contaminadas por el historial político del autor que las conduce. En la película del fin de semana pasado sonó Heaven Knows I’m Miserable Now, pero el joven nostálgico amanece con las lágrimas de Juliette Binoche al escuchar Electricity.
Losing my religion.
La mujer de Tchaikovsky, Jane Birkin y Tina Modotti.
Hoy se han reunido por primera vez, en la sala Prim (no por casualidad) del Congreso de los Diputados, los compañeros y compañeras de nuestro nuevo grupo parlamentario, conformado tras las elecciones del 23J, que se denominará «Grupo Plurinacional Sumar». La web de la cámara baja ha emitido en directo la intervención de Yolanda Díaz en este encuentro que, de vez en cuando, cambiaba de plano y me permitía ver a mis flamantes Engracia Rivera, Francisco Sierra, Toni Valero… (Lo que no he encontrado, al menos por ahora, es la grabación, que me gustaría tener porque se han apuntado líneas y métodos de trabajo muy interesantes para la legislatura que comienza).
Diario semanal: del 27 de febrero al 5 de marzo.
Dramatis Personae (por orden de aparición): Immanuel Kant, Laia Sandoval, Manu Pineda, Depeche Mode, Dave Gaham, Juan Manuel Moreno Bonilla, Susana Díaz, Andreu Escrivà, Manolo García, El Último de la Fila, Yolanda Díaz, Marta Moreno, Ridley Scott, _Juno, The Smiths, Fernando Ávila y José Saramago.
Soraya en San Telmo.
La información de Diario de Sevilla sobre la toma de posesión de Moreno Bonilla destaca la presencia de la ex vicepresidenta del gobierno con Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría. Tiene su aquel, pero a mí me han llamado la atención otras dos cosas, ambas simbólicas. Una, el discurso neoandalucista del investido, mezcla de orgullo rancio y reafirmación de un espacio donde, al paso que vamos, el pastiche identitario va camino de camarote marxiano.