Cielo blanco en el el parkour del fin de semana, cambio climático a la parrilla para el chuletón del presi y la papada photoshopesca de Zoido del tamaño de la homofobia de Orbán. Aquí abajo, pero más abajo todavía, explotan los transformadores de Endesa, que culpa a la marihuana (esto es, a la policía, ¿no?). El señor Badii habla por mí: «No es que no lo entiendas, es que no puedes sentirte como yo».
Desvarío
Ojalá Pedro Sánchez citando al Starman de Bowie en la rueda de prensa. Le pregunten por Carmen Calvo y responda: ‘Dejad que los niños pierdan la cabeza, dejad que los niños la utilicen, dejad que los niños bailen’. Le digan de Alberto y afirme «Nada me gusta como Ziggy Stardust en su pickup», segundos después de haberse evitado malpensar por Redondo, cesado.
Rasputín
22,30 h: 39º en mi teléfono móvil mientras atravesaba el parque de La Alquería, los ronquidos pesados de los camiones de la basura, un coche tartana rompiendo la calle con Ra ra Rasputín / Lover of the Russian queen a todo trapo. Las terrazas de verano y los veladores más respetuosos, silenciosos, sin brisa.