El Ronquillo ha sido noticia en estos días por el terrible incendio en los Lagos del Serrano. Hoy hemos estado en este municipio por primera vez y el compañero Cipriano Huertas, nuestro flamante concejal que ha conseguido romper el techo del PSOE cien por cien, nos ha dado buena cuenta de lo sucedido.
Sin embargo, en nuestra presencia en El Ronquillo ha estado más presentes las -aparentemente–pequeñas cosas del día a día de los vecinos y vecinas de este pueblo de apenas 1.400 habitantes. Como hemos podido comprobar sobre el papel, decenas de esas pequeñas cosas ya han sido puestas sobre la mesa por Cipriano a través del registro del Ayuntamiento, hasta ahora sin respuesta.
Pero, además de hileras de casas adosadas y locales comerciales abandonados, hemos visto un parque de bomberos sin bomberos, un espacio para autocaravanas sin autocaravanas y un Tanatorio sin Thánatos. Todo financiado con recursos públicos de la Unión Europea, el Estado y la Junta de Andalucía, edificios fantasmas levantados con nuestros impuestos que no han cumplido la finalidad para la que fueron diseñados, urbanizados y construidos.
¿O tal vez sí?
(Pero es un pueblo precioso)
