No nos dejaremos engañar de nuevo

Se declara el estado de sequía extrema en el Valle del Guadalquivir coincidiendo con los discursos hipócritas de los líderes mundiales en el COP26. Unos diez mil turistas de volcán aislados en la Palma coincidiendo con el estreno de ‘Veneciafrenia’, película de terror de Álex de la Iglesia, basada en una Venecia donde los cruceros entran y arrasan sin compasión.

Esta semana ha cambiado el tiempo, primero la lluvia y luego el frío han nutrido las conversaciones en los ascensores y los buenos días que se han cruzado cada mañana. Mis instantáneas al levantarme reflejan ese tránsito. El mundo sigue girando como el nuevo disco de ABBA, un cuarteto envejecido que hace canciones bonitas como 30 años atrás. Las he estado escuchando hoy en mi habitación cuando abajo, en la plaza, unos corredores hacían la media maratón mientras una banda tocaba pasodobles y, casi sin solución de continuidad, un millón de moteros reventaban sus tubos de escape formando un terrible estruendo.

La hipocresía cotiza en bolsa, como las criptomonedas y las catástrofes medioambientales que propicia el capital. Que se lo digan al consejero Aguirre, que es capaz de despedir a 8.000 trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública andaluza y luego salir en procesión junto a «sus compañeros sanitarios».

Menos mal que nos queda la música. En estos 7 días, además de ABBA, he recuperado la discografía de Damon Albarn y he encontrado mi álbum anual de negritud: ‘Skin’, de Joy Crookes. Una preciosidad.

Coordinador de Izquierda Unida Sevilla.