Te animo fervientemente a visitar la página web de la Mancomunidad de los Alcores, que presta servicios a Sevilla, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Carmona, Mairena del Alcor y El Viso del Alcor en materia de eliminación de desechos y residuos sólidos urbanos.
Lo que ves es lo que hay. Lo último, una convocatoria de hace un año, firmada por su presidente (concejal de Dos Hermanas, Antonio Morán), para cubrir una baja. Es decir, que lo que te he contado en el párrafo anterior te lo tienes que creer porque lo sepas o porque yo te lo he dicho, pero no porque lo encuentres en la red de redes, donde se encuentra casi todo lo que se busca (verdadero o falso).
Oscurantismo y falta de información, no: lo siguiente. Es necesario tener madera detectivesca para conocer a ciencia cierta quién compone esta mancomunidad, cuáles son sus estatutos, la estructura de gobierno, la gestión…. más turbio que los desechos que eliminan en Montemarta. Sus representantes se nombran en los ayuntamientos, de entre quienes componen sus gobiernos, y a partir de ahí poco más.
La asociación de municipios son necesarias para compartir la gestión de muchos servicios indispensables para la vida cotidiana: la recogida de basuras, el reciclaje, saneamiento, el agua… Pero no deben convertirse en cuevas burocráticas sin luz ni taquígrafía. Hace unos días, Adelante Alcalá de Gra. presentó una moción solicitando transparencia y democratización de la Mancomunidad de los Alcores. Por ejemplo, el cumplimiento de las leyes, que dicho así parece de Perogrullo. Es algo que estamos solicitando en otros ayuntamientos, porque las carencias de esta mancomunidad no es única ni pionera.
Una de las que no se cumplen es la propia Ley de Autonomía Local de Andalucía (LAULA), publicada en 2010, según la cual las mancomunidades (que hay muchas en todas las comarcas de Andalucía) deben estar representadas, de manera proporcional, por todas las fuerzas políticas de todos los ayuntamientos donde tengan representación. Y no me estoy refiriendo a tener cargos, sino a formar parte de un órgano de control, parecido a una asamblea (el nombre es lo de menos), donde se pueda controlar la gestión, conocer los dineros que se invierten, las contrataciones que se hacen, etc.
En la actualidad, mancomunidades como la de Los Alcores están gestionadas por representantes de los gobiernos locales, mayoritariamente del PSOE, como en el resto de la provincia de Sevilla.
Lo curioso del caso es que la LAULA daba un plazo a las mancomunidades a adaptar sus estatutos a lo que acabo de comentar. Este plazo hace siglos que ya se ha pasado y son habas contadas las que han cumplido la exigencia (en la provincia de Sevilla, por ejemplo, la Mancomunidad del Guadalquivir), no siempre por falta de voluntad de los ayuntamientos, sino por los requisitos que se exigen para ello (los municipios que las componen tienen que ponerse de acuerdo).
Conclusión: que en IU Sevilla nos hemos puesto deberes para intentar democratizar estos organismos públicos supramunicipales, cuya función es útil y necesaria para igualar la prestación de servicios básicos para la ciudadanía, pero que deben ser transparentes como el agua de Aljarafesa (que también depende de una mancomunidad).