Del Real Madrid yo me fui a jugar al Inter. TerminĂ© ese año en el Real Madrid de figura, era prĂĄcticamente una figura importante dentro del fĂștbol europeo. Y me voy a jugar al fĂștbol italiano, al Inter de MilĂĄn, uno de los clubes mĂĄs famosos de Europa. Llego como figura y entonces pienso âEl 9 lo tengo para mĂ, lo tengo guardadoâ.
El Inter compra a Ronaldo. Entonces pensĂ©: âExtraordinario, juego con el mejor futbolista del mundo a mi lado, es un agradoâ. Pero lo primero que perdĂ fue el nĂșmero 9. AsĂ que ya empecĂ© perdiendo algo. Y poco a poco fui haciendo amistad con Ronaldo, pero resulta que al poco tiempo tambiĂ©n llega otro goleador fabuloso, italiano, el Toro Vieri. AsĂ que imagĂnense. Mi puesto estaba asegurado, pero en el banquillo. ÂżQuĂ© tengo que hacer yo para poder jugar antes que estos dos monumentos, que esta dupla espectacular, de quienes todos los medios europeos hablaban?
Y descubrĂ⊠descubrĂ algo. DescubrĂ que tanto Ronaldo como Vieri, ninguno de los dos se sacrificaba por el otro. Yo sabĂa desde chiquito que los equipos no se hacen sĂłlo con estrellas, faltaba alguien de sacrificio, alguien que echara una mano al compañero, alguien que corriera mĂĄs que los demĂĄs, alguien que no solamente hiciera goles, sino que fuera el primer defensa. En el caso de ustedes creo que se llama âinteligencia de mercadoâ. Hay que estudiar a la competencia, analizar sus debilidades y fortalezas. Y buscar por dĂłnde entrar, Âżno? Este objetivo estaba cerca, era convencer al entrenador. Y lo convencĂ. CorrĂa mĂĄs, me sacrificaba mĂĄs, y como ninguno de los dos se sacrificaba por el otro, yo me sacrificaba por el equipo. Y al final, en los 5 años que juguĂ© en Italia, tanto Ronaldo como Vieri tuvieron que alternar conmigo. Eso forma parte de un liderazgo que sin lugar a dudas lo fui ganando en la cancha, simplemente poniendo el pecho al servicio de los demĂĄs.
IvĂĄn Zamorano, ex futbolista, 2006.