La escuela de Marismillas

Debilidad por Marismillas, por sus calles anchas tan limpias, por sus zonas verdes y parques infantiles tan cuidados, por las dotaciones públicas para mayores, la preocupación por el medio ambiente y la accesibilidad, por la manera en que se va punteando cada necesidad, cada detalle por corregir. La tranquilidad, la paciencia y la escuela de compromiso que viene de lejos. Cada vez que voy a Marismillas vuelvo dando las gracias por el ejemplo. A seguir luchando.