Tiene su aquel eso de poner nombre a las borrascas; el cambio climático acentúa esa tendencia humana a la identidad y las etiquetas. Durante estos días nos han recorrido Irene y después Juana, ¿no es así? Las únicas respuestas interesantes -escribía Sontag- «son las que destruyen las preguntas». En mi particular intrahistoria, esta semana empecé el tercer lunes del año como siempre: con música. Además, día obligado para recordar a Rosa Luxemburgo, marxista, pacifista, feminista, en un planeta que ha celebrado el Foro de Davos con cinco personas embolsándose 14 millones por hora y 229 años sin esperanza para casi 5.000 millones de pobres. También imprescindible, como hace la juventud de IU Pedrera, seguir concienciando sobre los crímenes del ejército israelí en Gaza. El odio es más perfecto que el amor, dijo Aberasturi en la radio. En más de 100 ciudades de toda España nos manifestamos ayer sábado para exigir solidaridad y compromiso frente al horror del holocausto, contundencia política contra la brutal aniquilación étnica, humanidad sin cuartel ante la barbarie genocida. A la vuelta, un rioja con Fran mientras conversamos sobre libros para dummies. Uno de ellos (el único que me suena) es sobre economía.
A petición propia (mía) Fran García Parejo ha ocupado este viernes mi habitual presencia en la tertulia política ‘El Catalejo’, donde por primera vez ha asistido una persona de la ultraderecha («De Despeñaperros a abajo / llegaron los españoles / a coger a Andalucía / como cogen caracoles»). Es de agradecer el mensaje que me ha enviado el (también recurrente) diputado del PP Rafael Belmonte: «Te echamos de menos hoy en el programa. Saludos».
En medio, reuniones en el Parlamento, en la Diputación, de Sumar Sevilla, y una movilización con el personal de El Tomillar. Leo en la etiqueta de una prenda deportiva: «History is that we do now». Now, durante la semana que entra, es una agenda llena de asambleas locales.