es lo más parecido a recorrer el lomo de la boa que se tragó al elefante en El Principito. Desayuno con Joaquín -anfitrión concejal de La Campana- y mis siempre gentiles Alba y Miguel Ángel, que dieron un salto desde Lora del Río para acompañarnos en la visita al colegio Bernardo Barco. Río abajo (o arriba, según) echo la tarde con la alcaldesa de Alcalá (del Río), que me ha mostrado todo un catálogo del desastre en algunas viviendas que tiene la Junta de Andalucía en el municipio. La bendita lluvia deja las carnes abiertas a esas familias octogenarias que malviven entre paredes y techos atravesados por grietas como truenos.
Publicada encrónicas marxianas