Por el corredor que no tomamos, hacia las puertas que no abrimos: Josep Fontana y la función social de la Historia

Si la Historia la escriben los vencedores, el presente es el mejor de los posibles. El pensamiento dominante escribe nuestro pasado como un progreso permanente (de la ciencia, la economía…), en el que cualquier camino alternativo que se hubiera recorrido habría resultado peor al que nos ha traído hasta aquí. 

Leyendo: ‘El pueblo. Auge y declive de la clase obrera (1910-2010)’ (y III)

(Fotografía de Álvaro Minguito para LaU)

Casi cuatro décadas más tarde de la gran huelga en Gran Bretaña, el 9 de mayo de 1962, se produjo un encierro de mineros en los pozos de Puertollano (Ciudad Real), que posteriormente fue apoyado por el mayor paro de trabajadores que tuvo lugar desde la República. Lo llamaron la «Huelga de los 30 duros», y la referencia Mariano Asenjo en su columna de junio de Mundo Obrero.

Leyendo: ‘El pueblo. Auge y declive de la clase obrera (1910-2010)’ (II)

Hacia 1910 había alrededor de un millón y medio de criados/as en Gran Bretaña trabajando en condiciones laborales propias de la esclavitud. A finales de ese año, Virginia Wolf personificó el surgimiento de la nueva clase obrera en «cambio del carácter humano» de su cocinero. Fueron los trabajadores y trabajadoras del servicio doméstico y el empuje de las masas de mineros quienes lograron forzar los primeros cambios legislativos, como el seguro médico y del desempleo o la jornada laboral de 8 horas diarias.

Leyendo: ‘El pueblo. Auge y declive de la clase obrera (1910-2010)’ (I)

Selina Todd considera el periodo entre 1910 y 2010 como «el siglo de la clase obrera» británica, y situa la etapa «durante y después de la Segunda Guerra Mundial» como los años en que «la clase obrera se convirtió en «el pueblo», cuyos intereses erán sinónimos de los de la propia Gran Bretaña».