Dentr’al mio cor
El objeto de la civilización
Primer día de vacaciones en casa (pero de guardia). Intento desayunar leyendo la prensa digital. En ocasiones, imposible: las webs de algunos diarios son paquetes de galletas, ya no queda espacio en la pantalla para leer, seis pulgadas sometidas al eufemismo mercantilista («mejorar la experiencia de navegación»), comerte las cookies, la publicidad en ventanas emergentes que burlan el bloqueo predeterminado, las aspas canceladoras diminutas o camufladas, la tentación del adulterio con mujeres mayores de 50 que viven «en la región de Dos Hermanas».
Secretos, aforismos, obreros dandis y nieves perpetuas
Si quieres darte el placer de desvelar un secreto y que nadie lo descubra, cuéntalo en un libro. Algo así le he leído a Antonio Luque (Sr. Chinarro), no sé si en una entrevista o en su blog. A pesar de la saturación de memes y la superposición de medios, casi nadie se niega a entrar en los códigos que nos imponen como usuarios, así que me imagino la ilusión de escribir como un gesto de rebeldía frente al swipe y a los hablaítos, a los aforismos de Facebook, a las fotos y a los vídeos cortos en las redes sociales, a las cámaras de los móviles con captura de stories de diez segundos.
Retales de la semana
Las 19,50 h. en Tokio, según Jazz Sakura Radio, que acompaña con sonidos suaves, de madrugada. Mi jornada laboral de domingo a viernes en confinamiento tiene un deje de maratón para amateurs, puedes parar para ir a la cocina, rallar zanahoria con manzana, pero mirando de reojo las horas fijadas para la cita por videoconferencia, las novedades de los pueblos para IU Sevilla Info, las noticias que llegan por las alertas de Google, las publicaciones de las redes sociales, las materias grises oficiales…
Retales
Compro esta afirmación del youtuber Fernanfloo jugando a Hello neighbor: «Si una casa tiene biblioteca es que hay fantasmas».